Prueba BMW Serie 8 Cabrio: el GT bávaro se quita el sombrero

Prueba BMW Serie 8 Cabrio
¿Están justificados los 149.200 euros del precio?

La prueba del BMW Serie 8 Cabrio es nuestro primer contacto con el nuevo buque de lujo y sin techo de la marca bávara. Un vehículo que desde BMW insisten en llamar ‘deportivo’ y que en realidad es más un GT de altas prestaciones pensado más para competir, al menos en esencia, con un Bentley Continental GT o un Mercedes Clase S Cabrio que con un Porsche 911 Cabrio. No es algo de lo que debas sorprenderte, ¿verdad?

Intentar pretender que sea algo que no es sería un error. El BMW Serie 8 es un súper GT, que combina magistralmente prestaciones, lujo y elegancia. Sí, claro, cualquier vehículo firmado por el departamento BMW Motorsport tiene un marcado carácter deportivo, pero por su concepción, por su peso, por sus plazas traseras, por su equipamiento. No es un súper deportivo, es un súper GT. Creo que esto es importante puntualizarlo antes de seguir con la prueba del BMW Serie 8 Cabrio.

Prueba del BMW Serie 8 Cabrio: ¡el primero de su nombre!

Prueba BMW Serie 8 Cabrio

Y sí, en este caso no hace falta añadir año o versión, ya que es un coche que no tiene antecesor. Bueno, está claro que su antecesor es el BMW Serie 6 Cabrio, pero en el factor emocional donde entra en juego el BMW Serie 8 de los 90, no hay reflejo alguno. En aquellos tiempos, crear un descapotable procedente de un coupé era peligroso: la rigidez torsional se iba al traste y los refuerzos añadían demasiado peso como para seguir siendo emocionante.

Eso hoy es cosa del pasado: la marca alemana asegura que el BMW Serie 8 Cabrio de esta prueba es apenas un 2% menos rígido que el coupé. ¿Cómo se consigue eso? Pues gracias al uso de materiales mucho más rígidos y una construcción más inteligente. El chasis utiliza el ‘carbon core’ fabricado en fibra de carbono, acero y aluminio para conseguir una gran rigidez.

Una cosa que me gusta es que cuente con capota de lona, además una muy eficaz: puede abrirse en apenas 15 segundos y se puede accionar en marcha, a una velocidad de hasta 50 km/h. Bajo el capó también tengo una auténtica bestia: un V8 biturbo de 4.4 litros capaz de generar 530 CV y 730 Nm de par entre las 1.800 y las 4.600 vueltas. Las prestaciones son de infarto y poco tienen que envidiar a las del coupé, ya que en teoría son idénticas, pese a los 125 kg extra. ¡Acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos!

Rapidísimo, pero no súper deportivo

Prueba BMW Serie 8 Cabrio

No necesito más de 5 minutos para tener el titular que mejor define a esta bestia: rapidez. Es insultantemente rápido, pero no te da una gran sensación de deportividad, por muchos factores. El más importante es su peso: no es fácil lidiar con 2,1 toneladas y nadie puede pretender que sea tan eficaz como un 911. Creo que ni en BMW pretenden tal cosa. 

Además, el propio contexto tampoco ayuda a conseguir sensaciones deportivas: hablamos de un habitáculo inundado del mejor lujo, del mejor equipamiento, de la mejor tecnología. No se echa nada en falta: desde el control gestual hasta elementos tan pretenciosos como un pomo de cambio terminado en cristal de Swarovski. 

Y pocas veces el lujo había sido tan rápido y tan eficaz. El BMW M850i Cabrio es rápido, muy rápido. También sorprende por su buen hacer general, teniendo en cuenta su peso y su posicionamiento. La estructura se siente rígida, el rodar es muy refinado y su paso por curva, eficaz. Es un coche clínicamente eficaz, eso nadie lo puede negar. 
 

Un interior espectacular pero poco utilizable detrás

Prueba BMW Serie 8 Cabrio

Quizás uno de los mayores problemas del BMW Serie 8 Cabrio sea el espacio en las plazas traseras. Delante irás como un marqués, rodeado de lujo, tecnología y modernidad. Pero en las plazas traseras difícilmente podrás viajar más de 50 km sin morir en el intento. Se pueden usar para una emergencia, pero no estarán al nivel de refinamiento y lujo que exige un vehículo de estas características. 

En la mayoría de los casos, estas plazas traseras se reservarán para conseguir un extra de espacio que será útil para complementar los 350 litros de capacidad de maletero de este descapotable. Sin duda, es una capacidad razonable para viajar y sin duda es ahí donde este coche saca su mejor cara. 

Prueba BMW M850i Cabrio: un rutero insaciable

Prueba BMW Serie 8 Cabrio

Creo que su mayor virtud es la capacidad para combinar lujo y prestaciones, refinamiento y precisión. No es un deportivo y quien quiera verlo así, se equivocará. Es una bestia para viajar con estilo, elegancia y poderío. No es un coche barato: roza los 150.000 euros y es fácil que sumes otros 20.000 euros más en equipamiento opcional. 

Si quieres algo más racional a nivel económico también puedes elegir la versión diésel, con un precio más bajo (121.400 euros) y un consumo medio de 6,2 litros. Una versión que se me antoja menos recomendable porque le quita parte de ese refinamiento y parte de esas prestaciones brutales. Si quieres un deportivo para el día a día, mejor cómprate un BMW i8 si no quieres salir de la gama del fabricante bávaro.

Prueba BMW Serie 8 Cabrio: conclusión

BMW M850i Cabrio
BMW

No hay duda que el BMW Serie 8 Cabrio es uno de los descapotables más impresionantes entre los coches nuevos de 2019. Elegante, potente y muy lujoso: para algunos se puede quedar algo en tierra de nadie, ya que no es tan deportivo como un Porsche 911 Cabrio ni tan lujoso y amplio en el interior como un Mercedes Clase S Cabrio. Pero si crees firmemente que en el equilibrio está la inteligencia, entonces este será tu mejor descapotable para disfrutar del buen tiempo.