El Subaru XV híbrido es uno de esos coches que te deja con una de cal y otra de arena. Como producto nos encanta, es uno de los SUV compactos favoritos en la redacción, por su calidad de fabricación, su diseño atemporal y su eficaz sistema de tracción integral. Pero su motor híbrido no está a la altura del conjunto: la electrificación es escasa y los consumos son muy alto: la transmisión no pone su granito de arena.

Y como el Subaru XV híbrido, hay otros coches que merecerían otro motor de la que tienen. Pocos casos son tan evidentes como los coches de la firma japonesa, ya que con el paso del tiempo ha quedado patente que no han sabido evolucionar hacia una mayor eficiencia y prestaciones, aunque eso sí, son motores súper fiables. ¡No se puede tener todo! ¿O quizás sí?

Toyota GT86

Hay coches deportivos que se basan en un motor glorioso para emocionar. El caso del Toyota GT86 es curioso: la firma japonesa decidió montar un propulsor Subaru, atmosférico, de 200 CV. No es que sea malo, pero hay dos opciones: mantener la aspiración natural y hacerlo más potente o bien meterle un turbo, ganar potencia y, de paso, mejorar eficiencia. Yo sería más partidario de la primera opción: con al menos 280 CV sería suficiente. Gracias.

Ferrari 208 GTB

Aunque el premio del coche deportivo con el motor más curioso e insuficiente es para el Ferrari 208 GTB. A comienzos de los años 80, el Gobierno Italiano lanzó una nueva ley fiscal que ponía nuevos impuestos a los vehículos de más de dos litros de cilindrada. Por aquel entonces, Italia era el principal mercado de Ferrari por lo que los de Maranello idearon un Ferrari 308 GTB pero con un motor V8 de 1.991 cc, con apenas 155 CV y 170 Nm. Un motor súper curioso pero claramente insuficiente.

Dacia Duster 4x4

Cambiamos radicalmente de tercio para uno de los coches todoterreno más interesantes. ¿Todavía no has leído la prueba off-road del Dacia Duster? Es, sin duda, uno de los coches más honestos del mercado y en esta versión sorprende por sus buenas maneras en condiciones complicadas. Ahora bien, solo está disponible con un pequeño motor diésel de 115 CV y pide a gritos más fuerza. ¡Con 150 CV me conformo!

Mitsubishi Montero Sport

Algo parecido ocurría con el Mitsubishi Montero Sport, un coche que escondía muchas mentiras en su nombre, ya que no era un buen todoterreno como el Montero y era cualquier cosa menos 'Sport'. Su motor diésel de 116 CV era absolutamente insuficiente para mover las casi dos toneladas de peso. Un absoluto sin sentido se mire por donde se mire y un motor insuficiente en todas las mediciones.

Subaru Impreza

El Subaru Impreza es uno de los compactos japoneses con mejor reputación. Ágil, de calidad, divertido de conducir y con motores emocionantes, ¡hasta que llegó la actual generación! A alguien en Japón le debió parecer una buena idea colocarle un motor atmosférico de 114 CV asociado a una transmisión de variados continuo. ¿El resultado? Pese a que pesa 1.434 kilos, sus prestaciones son lamentables: acelera de cero a cien en más de 12 segundos y su consumo medio no baja de los 7,6 litros. ¡Un sin sentido!