El Aviar R67 es un Mustang eléctrico de 840 CV basado en el Model S
Lo que no está nada mal
Vuelta a los orígenes. Eso es lo que busca este Aviar R67, un deportivo eléctrico ruso que, a pesar de su inconfundible imagen, no utiliza ningún componente procedente de Ford o de cualquiera de los Ford Mustang clásicos que ruedan por ahí.
El R67, como ocurre con el Ford Mustang Eleanor eléctrico que probamos hace unas semanas, promete cifras de potencia sensacionales y también prestaciones a la altura.
Por ejemplo, en Aviar han utilizado los dos motores de un Model S para conseguir que el R67 llegue a los 840 CV. También se han mantenido muchos elementos del modelo de Elon Musk: todo el tren de rodaje proviene de Tesla, pero aún hay más.
Para garantizar la seguridad estructural en el Aviar R67, se han mantenido muchas partes del chasis y subchasis. En algunas zonas el aluminio se une al carbono reforzado, con lo que no solo se le ganan unos kilos a la báscula (2.180 kilos), sino que se añade rigidez a todo el conjunto.
En cuanto a las prestaciones, su velocidad máxima está limitada a 250 km/h, una cifra que seguro que no te lleva a levantar ni una ceja. Pero el 0 a 100 seguro que sí lo hace, porque necesita apenas 2,2 segundos. Eso son niveles de hiperdeportivos tipo Aston Martin Valkyrie.
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La electrónica del Model S se mantiene, por lo que el ABS el control de estabilidad funcionarán sin problema. Además, el R67 añade un par de modos de conducción dinámicos: Race y Sport. Al activar ambos se sube un alerón posterior retráctil (si no, sube solo a 120 km/h y baja a 80) para mejorar la aerodinámica.
En cuanto al interior, se trata de un coupé de dos plazas (aunque tiene un par de reposacabezas simulados como si fuera un 2+2) que también utiliza elementos de Tesla, como la gran pantalla central vertical, y sus avances tecnológicos: Autopilot, control por voz y todo el arsenal de sensores y cámaras de la berlina americana.
Sin duda el Aviar R67 se sitúa a la cabeza de ese grupo de creadores de modelos tipo restomod que rinden tributo a épocas mejores del automovilismo, pero sin dejar de lado todo lo bueno que tienen los tiempos que corren en cuanto a seguridad y tecnología.