El Microlino empezará a fabricarse en septiembre y costará 12.000 euros
Entre todas las tendencias del mundo del automóvil, es curioso ver como dos prácticamente se han unido y es que traer de vuelta clásicos se ha puesto de moda, ya sea como restomods o como modelos renacidos, y en muchos casos vemos como se ha aprovechado para dotarles de una mecánica que lo convierte en coche eléctrico. El Microlino es el perfecto ejemplo de ello, la resurrección del BMW Isetta en clave cero emisiones y que cada vez está más cerca: se ha confirmado que su producción dará comienzo en septiembre y que su precio arrancará en los 12.000 euros.
En la actualidad la compañía acaba de terminar de probar su primer prototipo, está trabajando con una versión 2.0 que ha cambiado el chasis tubular original por uno de acero prensado más seguro, de la que se producirán 5 unidades, una al mes, que irán mejorando de manera consecutiva. De manera paralela prepararán la línea de producción, en junio lo homologarán en Europa, proceso que esperan lleve de dos a tres meses y una vez conseguido, en septiembre, dar comienzo a la fabricación de manera oficial.
El pequeño urbanita tiene un diseño que actualiza de manera más que correcta el del BMW en el que se inspira, manteniendo detalles tan originales como la única puerta de acceso que es todo el frontal del vehículo. Ésta da acceso a un reducido habitáculo en el que caben dos personas, con un salpicadero limpio en el que solo están presente un volante, un cuadro de instrumentos digital, una barra con botones analógicos y un soporte para colocar el smartphone.
El Microlino será un modelo para uso casi exclusivo en entornos urbanos, puesto que monta un motor de apenas 20 CV (15 kW) y homologa una autonomía de como mucho 2000 kilómetros.