Puede que no te suene de mucho, pero Nio es una marca china de coches eléctricos que planea su llegada a Europa. Si solo con leer eso piensas que ya lo has visto todo, párate y recapacita, porque se postula como uno de los grandes rivales de Tesla y créeme, tiene muchas armas con las que derrotarle.  

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Por suerte, hace aproximadamente un año y medio tuve ocasión de viajar hasta Pekín (China) y conocer de primera mano lo que ofrece esta compañía a través de uno de sus modelos de referencia, el Nio ES8, un SUV eléctrico con capacidad para acoger hasta siete pasajeros, tracción total y 355 km de autonomía. 

Por suerte, en aquel evento estaba también su gran rival, el Tesla Model X -también eléctrico, con hasta siete plazas, tracción total y, eso sí, 505 km de autonomía-, lo que nos permitió comparar de primera mano a estos SUV eléctricos y abrir los ojos a un nuevo mundo, el de Nio. 

Pero antes de eso, fijémonos de nuevo en Tesla, porque tampoco es Europea; se trata de una compañía americana por la que quizá nadie daba un duro, ya que siempre ha sido muy criticada debido por sus bajos estándares de calidad, pero las ventas no reflejan la misma desconfianza. Entonces, ¿por qué no pensar que los coches hechos en China pueden ser capaces de satisfacer al público de la misma forma? 

Nio, el rival chino más parecido a los europeos

Cuando me puse al volante del Nio ES8, descubrí que podría ser un digno rival del Tesla: superior en calidad, con materiales de primera como el cuero Nappa, un habitáculo espacioso -su distancia entre ejes es de 3,010 mm- y confortable con asiento del copiloto tipo ‘lounge’ opcional, y con un buen equipamiento tecnológico, en el que destaca la pantalla de instrumentación de 9.8 pulgadas y la de infoentretenimiento vertical de 11,3 pulgadas. 

Además, tampoco eché de menos otros gadgets como el asistente de voz NOMI Mate 2.0 en lo alto del salpicadero, caricaturizado como una simpática mascota con la que interactuar o incluso difusor inteligente de perfume a bordo, un último detalle que puede parecer insignificante pero que está muy presente en algunas de las marcas premium alemanas más demandadas como símbolo de sofisticación.

Dinámicamente, me sorprendió además su comportamiento y gran aceleración… pero lo mejor fue conocer que se oferta a casi la mitad de precio de lo que pagaríamos por un Tesla Model X. Es decir, podríamos conseguirlo en la barrera de los 45.000 euros. 

Además, la compañía Nio ya trabaja por ofrecer también plataformas de cambio de batería en 3 minutos, un proceso más rápido que la propia carga en sí. Por tanto, parece que Tesla no solo tiene que temer a los grandes fabricantes de automóviles, también a los recién llegados de tierras lejanas que aunque puede que se estén demorando en el tiempo, prometen llegar más preparados... ¿Nos llevaremos sorpresas?