El Polestar 3 es un SUV eléctrico que podrá derrapar, aunque no a la vieja usanza

Polestar 3

Hablamos con Joakim Rydholm, el jefe de desarrollo del chasis del Polestar 3

El nuevo Polestar 3 es un SUV  grande con una gran potencia y ambiciones aún mayores: en la marca no dicen nada acerca de los volúmenes que esperan en cuanto a ventas, pero no tengas dudas de que serán relativamente grandes.

Y es que, aparte del importante hecho de que este elegante SUV eléctrico está asentado sobre la misma plataforma de uno de los mejores SUV familiares disponibles (el XC90), el nuevo SUV de Polestar tiene que ir bastante bien.

El responsable de esto último es Joakim Rydholm, el jefe de desarrollo de chasis de Polestar, quien le contó a TOP GEAR durante la presentación que aunque su trabajo es comparar el nuevo 3 con una variedad de rivales, que son de combustión y eléctricos, el 3 debe sentirse como un algo diferente “No queremos hacer una copia de un Porsche Cayenne, por ejemplo, queremos hacer lo nuestro”.

Y para ello señala los diversos modos del 3 que permiten un control preciso de una máquina capaz de producir hasta 517 CV y que “debe entregar de manera predecible para que el conductor no se sorprenda”. Por otro lado, es una línea muy de agradecer y sin duda muy alejada de la (agradable) costumbre de algunas marcas de colocar motores locos en coches sensatos.

Aunque todas las versiones del nuevo Polestar 3 tienen doble motor, siempre será tracción delantera a velocidades mantenidas y tan pronto como detecte una pérdida de tracción volverá a activar el motor trasero sin problemas. 

De lado, sí. Pero con condiciones

Sobre el tema de la pérdida de tracción, una sorpresa es su admisión gratuita de que, “cuando llevas el Polestar 3 sobre hielo y nieve, sientes que tienes el control total y puedes jugar con él. Queremos crear un coche para el conductor”.

Entonces, ¿podría derrapar?, le preguntamos. Una carcajada cordial. “Si apagas el ESC, puedes derrapar tanto como quieras. No tenemos ningún modo drift ni nada por el estilo, pero puedes deslizarlo. Creo que es importante que los lectores de Top Gear lo sepan”.

Sin embargo, llama a mantener la calma: “¡si compites en carreras de drift, no deberías comprar un Polestar 3!” Reconoció que con los coches eléctricos los conductores tienen que cambiar su forma de conducción de acuerdo con la entrega de energía de un motor eléctrico. 

“En los viejos tiempos, pisabas el gas, cambiabas pesos y luego contravolanteabas para equilibrar el coche. Si lo haces en un modelo como el Polestar 3, el sistema de vectorización de par y el ESC creen que quieres ir en la dirección en la que estás contravolanteando, por lo que cortará de cuajo el deslizamiento. Así que tienes que cambiar”.