Otra revolución más: Yasa quiere mejorar los motores de los coches eléctricos con su propulsor de flujo axial

motor de flujo axial de YASA

Gustavo López Sirvent

La empresa británica, que ya pertenece a Mercedes, pretende fabricar motores más livianos en peso y dimensiones que los de flujo radial. 

Mientras el motor español INNengine se posiciona rápidamente para ser la revolución para motores de combustión interna a través de su arquitectura de pistones opuestos, otra compañía, en este caso del Reino Unido, se prepara para asestar un golpe directo a la flotación de los coches eléctricos diseñando un propulsor de flujo axial. 

Os presentamos a YASA, que es el artífice de este bloque de flujo axial. Este motor, a diferencia del de flujo radial (el más utilizado en el mercado de vehículos eléctricos), varía el sentido de desplazamiento del flujo electromagnético, siendo paralelo al eje de rotación del motor en los propulsores de flujo axial y perpendicular al eje de rotación en los de flujo radial.

El trabajo del flujo electromagnético provoca que el motor de flujo axial dé una serie de importantes ventajas respecto a las arquitecturas de flujo radial. Pero hay que decirlo todo. La eficiencia de ambos es la misma, como también los niveles de potencia. La divergencia llega porque el motor de flujo axial es más pequeño y ligero que el de flujo radial.

La empresa británica aclaró que estos motores están pensados para triunfar por eficiencia y, sobre todo por dimensiones. Tienen una sexta parte del tamaño y la mitad de peso que los de flujo radial aún teniendo misma potencia y par motor.

YASA tiene el respaldo de un gigante de la automoción como Mercedes, que se ha hecho con la empresa con sede en  Oxford, Reino Unido. Desde esa planta se ha diseñado un propulsor de tan solo 25 kilos de peso, que puede generar casi 500 CV de potencia y un par motor de 800 Nm. Esta compañía subraya que sus motores son entre un 5% y un 10% más eficientes que uno de flujo radial.

Si nos ceñimos a la fabricación del propulsor en sí vemos que precisará de menos estructura para montarlo. Igualmente, la batería puede tener menor capacidad energética para obtener la misma autonomía y, además, la estructura que aguanta la batería también puede reducirse. Por otro lado, los sistemas de refrigeración y de frenos también podrían disminuir su tamaño y peso.

La empresa inglesa saca pecho a la hora de presentar su motor de flujo axial, ya que asegura que al tener un peso más bajo, se puede ahorrar hasta 200 kilos en un vehículo eléctrico. El motivo no es otro que la reducción del tamaño de la batería y del peso de otros componentes del vehículo. Además, todo ello provocará un menor consumo de electricidad y un rango de autonomía más alto. 

La única traba con la que se puede encontrar YASA es que ya tiene competidores en el mercado que también diseñan motores de flujo axial, en concreto  Infinitum Electric, una compañía de Roundrock, Texas (EEUU), que trabaja sobre el motor denominado Aircore Mobility.

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