Viajamos a Jaala, Finlandia, donde Tuomas Katainen adquirió en 2013 un Tesla Model S. Este finlandés disfrutó durante un tiempo de las bondades de su nuevo vehículo hasta que éste comenzó a dar problemas en las baterías. Katainen acudió a su distribuidor y descubrió que necesitaba una batería completamente nueva que le costaría más de 20.000 euros. Esa coyuntura provocó un monumental enfado en su propietario, que decidió, de buenas a primeras, volarlo con dinamita. 

Los Model S de Tesla en Finlandia rondan los 35.000 euros, por lo que tener que pagar 20.000 por una batería acabó por desesperar al protagonista de esta noticia, que veía que le saldría más caro el remedio que la enfermedad.  

‘Salchichones' de TNT 

Entonces se le ocurrió la ‘explosiva’ idea: se marchó a una vieja cantera con varios amigos, obtuvo 66 libras de dinamita y procedió a acabar con su Tesla. Ató cada ‘salchichón’ de TNT por todo su coche y procedió a su detonación. Antes, les dijo a sus amigos: “¡Mirad eso! Podrías colgar un montón de esos del techo de una tienda de delicatessen y nadie se daría cuenta del potencial destructivo que contiene, acechando sobre el centeno y la mostaza”. 

La ira con la que Katainen procedió a la quema de su Tesla Model S no pasó desapercibida en su pueblo, donde todo el mundo hablaba de ello. La marca de Elon Musk ha salido quemada del frío y ahora deberá recomponer su imagen, sobre todo en Finlandia, ya que sus baterías no han salido muy bien paradas en el modelo correspondiente al 2013.

Y de esta manera, el vehículo de la firma estadounidense pasó a mejor vida. ¿Moraleja? No conviene cabrear a un finlandés con una reparación tan cara porque puedes encontrarte con una respuesta en forma de dinamita.