Elegir los 5 coches más legendarios de Ferrari es como escoger sabor en la heladería, ¿a vosotros no os pasa? Ha habido tantos, y nos han hecho tan felices, que cuesta quedarse con solo cinco ejemplos. Vamos a hacer un esfuerzo y dar cinco nombres. ¿Cuál quitarías o añadirías?

Ferrari 250 GTO

El Ferrari 250 GTO es, con permiso del F40, el más legendario de todos los tiempos. Las subastas dan buena cuenta de ello, alcanzando cifras estratosféricas en estos eventos. Recordemos que utilizaba un motor V12 de unos 3.0 litros capaz de desarrollar 302 caballos de potencia a 7.500 vueltas. Bajaba de los 6 segundos en la prueba de aceleración.

Ferrari 275 GTB

Tras el Ferrari 250 GT llegaría, como sucesor directo, el Ferrari 275 GTB, otra obra maestra de la factoría de Enzo Ferrari que contaba igualmente con un diseño exquisito. Mezclaba con gran maestría elegancia y deportividad, una piel que escondía un V12 de 3.3 litros que contaba con tres carburadores dobles Weber. La potencia era de 280 CV.

Ferrari F40

El último Ferrari puro, o eso dicen muchos. Se trata del último que se creó bajo la supervisión de Enzo, “il commendatore”. Se trataba de un coche muy enfocado a la pista, con un diseño agresivo y unas capacidades tremendas. El Ferrari F40 fue creado en los años ochenta y recurría a un motor V8 de 3.0 litros para 478 caballos de potencia. Utilizaba dos turbos.

Ferrari Enzo

Unos años después del Ferrari F40, y tras el F50, llegaba el Ferrari Enzo, un superdeportivo con motor V12 y puertas de ala de mariposa. Su corazón contaba con 6.0 litros de cubicaje, era de aspiración natural y desarrollaba 660 caballos de potencia. Es uno de los Ferrari más reconocidos de la historia.

Ferrari 330 P3

Vuelta a los año sesenta con un coche de carreras, el Ferrari 330 P3, otro de los más legendarios que hayan salido de la fábrica de la marca. Se proclamó campeón en Spa con Ludovico Scarfiotti y Mikes Parkes y en los 1.000 km. de Monza con John Suertes y nuevamente Parkes. Una particularidad de este coche es que el motor y la caja de cambios formaban parte integral de la estructura. Todo para aumentar la rigidez.