El carísimo extra de 375.000 euros del Koenigsegg Jesko

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El carísimo extra de 375.000 euros del Koenigsegg Jesko cuesta más que un Ferrari o un Lamborghini. ¿Merece la pena equiparlo en este superdeportivo?

El mundo de los coches deportivos es exclusivo y prohibitivo. Está diseñado para unos pocos afortunados que se pueden permitir las ingentes cantidades de dinero que los fabricantes piden a cambio de estos vehículos. Por no hablar de la producción de muchos de estos vehículos, limitada a unas pocas cientos de unidades, e incluso, a veces, menos. Hoy te voy a descubrir el carísimo extra de 375.000 euros del Koenigsegg Jesko.

Coches deportivos

Coches deportivos

Los coches deportivos nos hacen soñar despiertos: grandes prestaciones, promesa de sensaciones al volante, de una conducción sin igual. Los hay grandes, pequeños, bonitos, feos, caros y baratos. Pero todos ellos tienen en común una cosa: si merecen la pena, están aquí. ¡Sigue el link!

Este elemento opcional, que está disponible por la friolera de 375.000 euros, tiene que ver con la apariencia del vehículo y cómo el fabricante sueco puede sacar mayor rentabilidad a cada producto, teniendo en cuenta que el Koenigsegg Jesko tiene un precio de salida de unos 2,5 millones de euros. Solo se fabricarán 125 unidades si sumamos los modelos estándar y el nuevo Jesko Absolut lo que debería otorgar a Koenisegg unos ingresos de más de 300 millones de euros, sin contar el equipamiento opcional.

El carísimo extra de 375.000 euros del Koenigsegg Jesko

Pero, ¿cuál es este equipamiento opcional por el que Koenigsegg pide más de lo que cuesta un Ferrari 812 Superfast? Se denominada Koenigsegg Naked Carbon (KNC) y es un revestimiento de fibra de carbono expuesta para recubrir toda la carrocería del nuevo Jesko. Aunque el fabricante ofrece otras terminaciones, como pinturas con precios de hasta 50.000 euros, fibra de carbono con barniz por 247.000 euros, o fibra teñida en verde, azul, rojo o morado por 293.000 euros, este acabado es el más caro y exclusivo disponible.

Koenigsegg describe el KNC como un proceso laborioso debido a que no implica ningún tipo de laca, barniz o revestimiento alternativo. Por el contrario, la capa de epoxi que une las fibras de carbono en autoclave se elimina de la ecuación cuidadosamente puliéndolas a mano, lo que le otorga a la carrocería “una apariencia de grafito más metálico” debido a que la hebra de grafito está completamente expuesta.

Este estado puro de carbono también es más duro de lo que podría ser cualquier revestimiento de carrocería y, a diferencia de los carbonos revestidos, es frío al tacto. Fue originalmente introducido en el Koenigsegg Regera el año pasado y ahora está disponible también para el Jesko. Esta terminación ha supuesto años de trabajo e investigación para la marca, que ha dejado varias muestras expuestas a los elementos para determinar cómo soporta el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas.