El coche con el que Mercedes podría volver a Le Mans

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En su última aparición por el mítico circuito de Le Mans no les fue muy bien y es por ello que los alemanes podrían preparar su vuelta con el Mercedes DTW.

La última vez que Mercedes corrió en Le Mans terminó con uno de sus coches, el CLR-GT1, boca abajo y fuera de la pista, después de que diera tres vueltas de campana en el aire. Corría el año 1999 y no han vuelto desde entonces.

¿Qué pasaría si Mercedes volviera a Le Mans? Digamos en el año 2030… Pues aquí tienes una posible respuesta: un LMP1 muy radical, que está propulsado por aire, hecho de grafeno y que puede imprimir sus propios neumáticos 3D.

Se llama Mercedes DTW y es el resultado que sale de la mente del diseñador Martin Chatelier, un estudiante de diseño de Sevres, Francia. ¿No es muy real no? Pues cuando conozcas la tecnología que lleva, vas a flipar.

El DTW no tiene un motor normal. Es propulsado por dos motores eléctricos que se alimentan por una turbina de Tesla al usar aire comprimido almacenado en dos grandes tanques de alta capacidad, que están ocultos en los laterales del coche. Este tipo de turbinas fueron patentadas por Nikola Tesla en 1913 y no se habían usado nunca en los coches para su alimentación, pero al fin y al cabo eso no importa porque ésto es solo un concept de Photoshop.

También destaca su aerodinámica activa. Un sistema con muchos, muchos usos. Gracias a ella, por ejemplo, se rellenan los tanques de aire comprimido y a la vez sujetarían el coche en la recta de Mulsanne. Al frenar, cuatro paneles activos se abren para crear un ancla enorme que a la vez que coge aire, frena el coche, más o menos igual que en los viejos Mercedes 300 SLR.

Está hecho por completo de grafeno, el material basado en el carbono y que es 200 veces más fuerte que el acero y un millón de veces más delgado que un pelo humano, lo que encima lo convierte en algo muy ligero. Otra de las características principales del grafeno es su transparencia, con lo que se puede hacer un cockpit perfecto para el piloto, con mucha visibilidad, pero a la vez muy resistente.

Si no te parecen bastante descabelladas estas tecnologías, continuamos con las ruedas fabricadas en 3D. De esta manera se eliminan los cambios de ruedas, porque detrás de cada neumático habrá pequeñas impresoras 3D que fabricarán las nuevas ruedas de caucho en un momento. Dicha goma se almacena en tanques situados en los laterales del coche, que pueden llevar distintos materiales, con los que se podrían fabricar distintos tipos de rueda según las condiciones meteorológicas.

Es con toda seguridad una locura, pero el futuro avanza amigo.