Comparativa oldie: ¿prefieres Mercedes SL AMG o BMW 850i?

Mercedes SL AMG

Victor Delgado

Ay, los V12... ¡qué tiempos!

¿Mercedes SL AMG o BMW 850i? Si piensas que la competición por parte de las marcas premium alemanas para sacar al mercado el mejor gran turismo coupé es algo reciente, estás muy equivocado. Y la mejor prueba es la competencia que protagonizaron a finales de los '80 y en los '90 tanto Mercedes como BMW. ¿Cómo? Pues a través de dos coches que incluso a día de hoy nos hacen salivar; dos modelos que han quedado para el recuerdo y con motores V12 de los que a buen seguro ya no volverán. Hablamos del Mercedes SL AMG y del BMW 850i. ¿Cuál es mejor de los dos?

¿Es mejor Mercedes SL AMG o BMW 850i?

Para determinar si era mejor Mercedes SL AMG o BMW 850i me gustaría empezar con el diseño. Aunque siempre es algo subjetivo, pero analizar sus características parece sencillo. Quiero comenzar diciendo que en esos años todo era mucho más simple, también en el aspecto de los coches. No me gustaría recurrir a aquello de 'cualquier tiempo pasado fue mejor', pero... Esos faros escamoteables en el BMW y una silueta de coupé fino, elegante, es difícilmente igualable.

BMW Serie 8

Por su parte, el Mercedes tenía una carrocería esculpida, muy marcada por unos pasos de rueda muy anchos. ¿Sabes qué me llamaba la atención a mi? Los lavafaros con sus correspondientes escobillas. Eran como unos limpiaparabrisas de juguete, como los que usarían los pitufos en sus vehículos. Ademas, la sensación de ir a cielo abierto (porque sí, el Mercedes SL 73 AMG podía convertirse en descapotable) con la banda sonora producida por ese V12 según pisabas el acelerador representaba una sensación de poder increíble. ¡Se me van a caer las lágrimas y todo!

El interior era un laberinto, sobre todo el del BMW Serie 8. Con una consola central orientada hacia el conductor (gracias) y llenísima de botones. El Mercedes SL AMG también tenía lo suyo, pero lo del modelo de Múnich era una pasada. Por supuesto, al tratarse de coches de alta gama, contaban con estridencias tales de aquella época como un teléfono por cable. Algo carente de toda lógica a día de hoy, pero curioso cuanto menos.

Mercedes SL AMG trasera

A nivel mecánico se trataba de dos obras de arte. Por un lado, el BMW contaba con un propulsor V12 de 5.0 litros que desarrollaba 300 CV en su primera versión, y que más tarde subió hasta los poco más de 320. Sin embargo, años después el 850 CSi los superó con 380 CV a partir de un bloque de 5.6 litros. Por el otro, el Mercedes también incluía otro V12, pero en este caso de 7.3 litros. Lo que le convertía en un coche mucho más eficaz gracias a sus 525 CV de potencia. ¡Quién pudiese retroceder en el tiempo!