Un cura al volante: el capellán que corre en Pikes Peak con un LMP3

Don Wickstrum Pikes Peak

Don Wickstrum es un cura que predica un mensaje de esperanza en Pike Peak... Mediante un prototipo LMP3 modificado.

El servidor que escribe este artículo os deja una de sus frases: "Yo entro en las curvas y Dios me saca de ellas". Podéis aplicarla al karting, a la competición de alto nivel o a pruebas tan alocadas como el TT Isla de Man o Pikes Peak. Y este último nos viene al pelo, porque allí corre un sacerdote a lomos de una máquina celestial.

Ford gana en Pikes Peak 2024 con Dani Sordo tercero en el Hyundai Ioniq 5N

Concretamente, un prototipo de la categoría LMP3 de resistencia modificado especialmente para la prueba estadounidense. Pero es que además de predicar la palabra del señor, es un ávido coleccionista de coches. Una de esas personas que vale la pena entrevistar.

Predicador cristiano, coleccionista de coches y piloto de carreras

Don Wickstrum Pikes Peak

¿En su garaje? Nos cuenta que tiene un Ford Model A de 1934, un camión americano MACK B61 de 1957, un Audi 90 con 750 CV que funciona con etanol, un BMW M3 E30 de drift, un Dodge de 1946 o incluso un hotrod con motor Cummins 4BT de 600 CV.

Todo ello sin olvidar verdaderos todoterrenos como un Ford Bronco de 1972 o una Ford F-150 Lightning del año 2000. Y la lista podría seguir con más modelos como varios Ford Mustang, un Porsche 911 Turbo S 997.2, un Torino o un Mercury Cougar. Qué demonios (perdón), este tipo es un absoluto genio.

Al parecer, su hijo y su hija van por el mismo camino. Criados en la fe, y en la fe de los coches y los grandes motores. Pero a pesar de todo esto, no queríamos hablar de su colección o sus allegados, sino de su experiencia en Pikes Peak con un Riley LMP3.

Don Wickstrum Pikes Peak

Don Wickstrum es el pastor más rápido del mundo y hemos venido hasta Illinois para descubrir a su máquina. Un jinete del apocalipsis con cuatro ruedas que recoge todos los sueños de Don, que trabajó desde los 10 años para empezar a comprar sus primeros vehículos. En 6 meses, ya tenía dos coches.

"No me lo puedes reprochar, pero eran Simcas. Un tipo tuvo dos de ellos en su jardín durante años y los compré por 50 dólares. Eran los coches peor diseñados de todos los tiempos". Esto con apenas 11 años. Y ya no había vuelta atrás.

Mucho tiempo después, en 2018, acabó siendo dueño de una empresa de robótica. Y tras haber sido ateo toda su vida hasta la universidad, se convirtió en un cristiano devoto que aspiraba a difundir la palabra de Jesucristo en las carreras, hablando con pilotos y con su esposa Mary. Y después, le diagnosticaron cáncer de colon con una esperanza de vida de apenas un año.

"Estaba de camino a una cumbre de Forbes, que era como el pináculo de mi carrera. En el vuelo no me sentí bien [ ]. Cuatro horas después estaba con mi médico Amish, Jake. Y él estaba sentado allí diciéndome que tenía cáncer", aseguró.

Don vendió el negocio y decidió dedicar sus últimos momentos de vida a su pasión. Así que se dirigió a Pikes Peak, la carrera hacia el cielo. Curioso, ¿no? Y en 2019 tuvo su primer intento con un Porsche 911 GT3 Cup que adquirió en Wisconsin. Pero desafortunadamente, una zona encharcada con combustible lo hizo caer por la ladera.

En 2020 siguió con la lucha contra el cáncer y volvió a correr con una versión actualizada del mismo coche. Pero, esta vez por culpa suya, sufrió otro accidente bastante grave. "Pensé que podía convertirla [Sump] en una curva de un solo vértice, así que la estiré mucho hacia la izquierda".

"Estaba buscando mi tiempo, pero cuando me di cuenta de que iba demasiado rápido ya era demasiado tarde. Estuve en el aire durante dos segundos". Inexplicablemente, salió ileso de aquel impacto y eso le hizo fundar el taller Axel Speed Racing, donde transforman todo tipo de coches de carreras.

Y de esas instalaciones nació este LMP3 llamado Gianna, con un motor Nissan VK50 V8 preparado hasta los 1.000 CV con solo 1.300 kg de peso, incluyendo combustible, líquidos y conductor. Caja de cambios secuencial Xtrac, frenos Alcon y una aerodinámica extrema.

Cuatro años después de tanto esfuerzo, en 2022, asumió el papel de capellán honorario de Pike Peak. El domingo por la mañana, presta sus servicios a los feligreses antes de la carrera, como hace cada fin de semana en la Iglesia Grace de New Glarus.

Todo el mundo tiene y vive historias difíciles, pero Don lo tiene claro: "Creo que los coches me salvaron. Creo que Dios los usó de una manera realmente única". En 2023 consiguió el 13º puesto más rápido de la general y su objetivo era el de bajar de los 10 minutos. Algo que consiguió este mismo año, con un 5º puesto en el LMP3 y un tiempo de 9:40.512 minutos. Aleluya.

Conoce cómo trabajamos en TopGear.

Etiquetas: coches de carreras, Competición, Hiperdeportivos, prototipos, Superdeportivos, carreras de coches, Pikes Peak