Viejas glorias: esta es la historia del Ferrari 250 GTO

Ferrari 250 GTO (1962)
¿El Ferrari más importante de la historia?

Quizás eso sea mucho decir, especialmente teniendo en cuenta la cantidad de Ferraris importantes que hemos visto a lo largo de sus 70 años de historia, también en el ámbito de la competición. No obstante, no hay duda que el Ferrari 250 GTO es uno de los modelos más relevantes de la historia de Ferrari, supuso un golpe encima de la mesa en la Categoría GT y demostró la fuerza tremenda de Ferrari en los años 60, dejando a sus rivales con pocas ganas de competir contra ellos (hasta que llego Henry Ford II con el Ford GT40).

Bien, ¿cómo nació ‘el monstruo’? ¿Cuál es la historia del Ferrari 250 GTO? Bien, todo fue muy rápido y sin una enorme planificación detrás, muy a la ‘italiana’. El campeonato de resistencia había sido claramente dominado por Ferrari en su primera etapa, desde 1953 hasta 1961: la marca de Maranello venció 7 de las 9 temporadas realizadas. Sin duda, los prototipos de la marca italiana, como el Ferrari 250 Testa Rossa, habían hecho historia y la FIA estaba un poco cabreada por semejante supremacía: querían más espectáculo.

Historia del Ferrari 250 GTO: la FIA quería fastidiar a Enzo

¿Cuál fue su decisión? En 1961 la FIA decidía que a partir de la temporada 1962 habría una nueva categoría GT, que obligaba a contar con una serie homologada también para la calle y que determinaría el Campeonato de Constructores. Enzo Ferrari recibió esa noticia con furia, ya que la FIA había marcado en 100 coches de calle la norma para poder homologar un GT en el campeonato. No obstante, en Ferrari tenían muy claro lo que debían hacer: el coche debía basarse en un modelo ya existente. ¡Debían mantener el cetro como mejor constructor de la época a toda costa!

Se decidió tomar la base del Ferrari 250 GT con batalla corta, ya que con ese modelo sí que podían alcanzar la cifra de 100 coches de calle. Ferrari encargó el proyecto a Giotto Bizzarrini y le dotó de un ejemplar para que se pusiese a trabajar en ello, concretamente el chasis 1791 GT. El objetivo de Bizzarrini era crear un deportivo más ligero, más potente y mejor a nivel dinámico, para lo que encargó una nueva carrocería a Pininfarina mejor también a nivel aerodinámico.

Ferrari 250 GT SWB trasera
Ferrari 250 GT SWB trasera

El primer prototipo lucía una carrocería muy similar a la del Ferrari 400 SuperAmerica y no terminó de convencer a Bizzarrini. Finalmente, se decidió apostar por una carrocería ‘coda tronca’ que Zagato utilizaba en sus diseños: una medida de trasera cortada que mejoraba, gracias a la incorporación de un pequeño alerón integrado, la fuerza aerodinámica sobre el eje trasero a alta velocidad, algo clave en pruebas como las 24 Horas de Le Mans con grandes rectas.

La revolución de palacio en Ferrari terminó con la destitución de Giotto Bizzarrini (aquí puedes ver el Bizzarrini Grifo A3/C que desarrolló después), pero a esas alturas el coche estaba prácticamente finiquitado. Lucía una esbelta y ligera carrocería, con tres tomas de aire en el frontal para alimentar correctamente la mecánica, así como con dos branquias laterales para eliminar el exceso de calor y mantener el motor bien refrigerado. El diseño se puede considerar como una evolución del Ferrari 250 SWB, más bestia, más salvaje.

Ferrari 250 GTO: más ligero, más potente

A nivel mecánico, las diferencias también eran notables: se decidió utilizar una versión revisada del V12 Colombo de 3 litros y árbol de levas por bancada de cilindros utilizado por el 250 Testa Rossa y por el 250 GT SWB. Una de las principales diferencias era el sistema de lubricación por cárter seco, mientras que las bujías estaban colocadas fuera de la ‘V’ del bloque y contaba con seis carburadores Weber 38 DCN de doble cuerpo. Su potencia era de 300 CV, todos ellos enviados a las ruedas traseras mediante una nueva caja de cambios de cinco velocidades sincronizadas.

Ferrari 250 GTO mapa técnico

El resultado era un deportivo más rápido, mejor a nivel dinámico y con un aspecto alucinante. Justo lo que Enzo pidió. Además, la FIA aceptó contar al Ferrari 250 GTO como una versión del Ferrari 250 GT SWB, por lo que aceptó homologar el coche en la categoría. El objetivo de hacer la competición, a nivel de constructores, más emocionante le salió muy mal: en su primera participación, en las 12 Horas de Sebring, con Phil Hill al volante, el Ferrari 250 GTO ya ganó en su categoría y quedó segundo en la general, solo por detrás de un Ferrari 250 Testa Rossa. 

A partir de ese momento, la paliza en el Campeonato GT fue apabullante. Fue primero y segundo en la Categoría GT en Las 24 Horas de Le Mans de 1962, primero, segundo y tercero en 1963 y segundo y tercero en 1964. También venció en los 1.000 km de Nürburgring en 1963 y 1964, así como el Tour de France en el 63 y 64 y la Targa Florio en el 62, 63 y 64. Por supuesto, Ferrari arrasó en el Mundial de Constructores de la FIA, dando un golpe de autoridad brutal y dejando a los que se habían inventado esa categoría para fastidiar a Enzo con dos palmos de narices.

Ferrari 250 GTO: máxima exclusividad

Solamente salieron 32 Ferrari 250 GTO de primera serie de la fábrica de Ferrari, con el motor V12 de tres litros. Posteriormente, Ferrari decidió fabricar tres ejemplares con el motor Tipo 163 de cuatro litros, asentados sobre el chasis del Ferrari 400 Superamerica y con una transmisión de cuatro velocidades. Lo bautizaron coloquialmente como Ferrari 330 GTO y formaron parte de la serie del Ferrari 330 LM: así pues, fueron homologados como prototipos y jamás fueron homologados en la Clase GT. Más tarde, uno de ellos recuperó el motor de tres litros original.

Quizás el Ferrari 250 GTO más raro sea el chasis 4713GT: se trata de un modelo producido sobre el chasis Tipo 539/62, el del 250 GTO, pero con la carrocería del 330 LM y una trasera inspirada en el 250 GTO Berlinetta Lusso. Por último, en 1964 se decidió renovar el Ferrari 250 GTO y se creó la segunda serie del modelo, con mejoras en numerosos apartados, también a nivel estético. Se fabricaron tres chasis nuevos con esta especificación y cuatro de la primera serie fueron actualizados a esta nueva versión. En total, 39 ejemplares fabricados.

Esa exclusividad, junto con su increíble palmarés en competición, hacen del Ferrari 250 GTO el coche más caro del mundo, con un precio que en subasta ha superado los 30 millones de euros. Sin duda es uno de los mejores Ferrari de la historia, un coche con el que Enzo Ferrari dio un golpe de autoridad sobre la mesa de la FIA. Para muchos, la época dorada de Ferrari. ¡Un mito con rueda inalcanzables para la mayoría de mortales! Nos tendremos que conformar con babear frente a la galería que puedes ver unos párrafos más arriba.