El Ferrari Roma es el Ferrari más barato que puedes comprar en la actualidad. En cambio, el Porsche 911 es el modelo más popular de la marca y el sello de identidad de una compañía puramente deportiva. Por potencia y configuración pueden ser rivales, aunque cuenta con un planteamiento que en algunos apartados choca de frente. ¿Cuál es el más deportivo de los dos? Revisemos las prestaciones del Ferrari Roma y el Porsche 911.

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Ferrari Roma

El modelo de la marca del “cavallino rampante” ocupa el lugar que la marca tenía reservado para el Ferrari GTC4 Lusso por su lado “práctico”. Se trata del Ferrari 2+2 que tienes actualmente en la gama, el coche más versátil hasta la llegada de su primer SUV. Pese a ello, sigue siendo todo un Ferrari, con lo que eso conlleva. Y es que monta igualmente un potente motor y unas capacidades solo aptas para los más atléticos.

Su motor es un V8 de 3.9 litros con 620 caballos de potencia. Consigue firmar un 0-100 km/h en solo 3,4 segundos y una velocidad máxima de 320 km/h. Tiene 760 Nm de par disponible entre las 3.000 y 5.750 vueltas, una energía que se manda directamente a las ruedas traseras por medio de una caja automática de ocho relaciones.

Porsche 911

A priori, el único Porsche 911 que podría hacerle sombra sería el Turbo S por potencia, pero esto no es así. Y es que incluso el Porsche 911 Turbo con sus 580 CV es más rápido que el Ferrari Roma. Y es que hay un detalle diferenciador: la tracción total. Un sistema culpable de que el Turbo arañe unos segundos en la prueba de aceleración.

El nueveonce tiene una motricidad exquisita, más cuando empuja con sus cuatro ruedas. Por precio, configuración y capacidades los Turbo están en el mismo plano que el Roma. Y es que además cuentan con un habitáculo con proporciones 2+2, aptos para que cuatro personas puedan viajar en él.

El Porsche 911 Turbo cuenta con 580 CV extraídos de un bloque bóxer de 3.8 litros con sobrealimentación. Pesa unos 70 kg. más en carrocería Coupé que el Ferrari Roma pero a pesar de ello solo tarda 2,8 segundos en la prueba del 0-100 km/h. Clava la misma velocidad máxima, contando igualmente con una transmisión por doble embrague con ocho velocidades. De este modo el 911 consigue ser más rápido que el Roma, con una motricidad a la que el italiano no puede llegar.