Los superdeportivos eléctricos e híbridos cada vez son más frecuentes pero todavía hay quien sueña con coches como el Giocattolo Marcella, una bestia australiana a la que su creador, Paul Halstead, ha catalogado como ‘Hyperod’.

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¿Y esto qué significa? Pues que está muy relacionado con los Hot Rods americanos, pero al contrario que estos, será mecánicamente más avanzado. Pero luego profundizaremos en esto, en sus características técnicas, porque antes hay que ponerse un poco en situación. 

Halstead, por si no le conoces, tiene una dilatada experiencia en esto de los deportivos salvajes; y es que es el hombre detrás de coches como el Giocattolo Grupo B, un Alfa Romeo Sprint fabricado en Australia en los años ochenta con un motor Holden V8, del que solo se fabricaron 15 unidades. 

Ya ha llovido desde entonces y aunque eso ocurrió en una época dorada para el mundo del automóvil, es el momento de mirar hacia delante. Pero Halstead lo ha hecho de una manera muy especial: apostando a lo grande con su Giocattolo Marcella. 

Chasis de fibra de carbono, la misma distancia entre ejes que un Lamborghini Aventador, centro de gravedad rebajado, motor W16 fabricado a partir de dos V8 de 7.0 litros del Chevrolet LS7, del que salen más de 1.400 CV de potencia, y asociado a una transmisión secuencial de seis velocidades y a un diferencial de deslizamiento limitado. Es decir, un auténtico hiperdeportivo.

Además, tanto el motor como el transaxle actúan como elementos del chasis y soportan todos los componentes de la suspensión trasera. A esto hay que sumarle pinzas de freno de seis pistones AP y una configuración de tres asientos en el interior que recuerda a la del McLaren F1. 

¿Casualidad? No lo creo… Barry Lock, un antiguo ingeniero del McLaren F1, ha estado involucrado en este proyecto que, al parecer, verá la luz de manera definitiva en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach que se celebrará en julio de 2022. 

Por cierto, el Giocattolo Marcella no tendrá puertas y será tan bajo que podrás subirte a él simplemente levantando las piernas. Aunque sinceramente, pensamos que por mucho caché que te dé el coche, se verán auténticas pérdidas de dignidad al contemplar esta escena. Pero esto es ya cosa nuestra…