KTM X-Bow GTX: el nuevo juguete para circuito ya tiene precio
Ha sido categorizado como el vehículo "tecnológicamente más avanzado"
KTM es sinónimo de diversión y desde el pasado mes de febrero estábamos expectantes por conocer su último juguete, el KTM X-Bow GTX. Y un vistazo rápido basta para darse cuenta de que será la envidia de los circuitos…
La compañía lo ha definido como “el vehículo más espectacular, bello y tecnológicamente avanzado”. Pero, ¿en qué se basan para afirmar esto? Con la cantidad de deportivos únicos que existen... Al haber sido diseñado exclusivamente para los días de circuito y para un uso profesional en las carreras, la nueva versión del X-Bow combina el monocasco de fibra de carbono del modelo estándar con la seguridad de una jaula antivuelco completa, homologada como GT de acuerdo con el Apéndice J de la FIA.
Además, se ha incorporado un asiento de competición Recaro hecho de carbono-kevlar desarrollado de acuerdo con los criterios de "Asiento avanzado” y el arnés de carreras de seis puntos homologado por Schroth también es de serie. Por otro lado, la cabina cuenta con un volante de carreras de ante con una pantalla integrada y totalmente ajustable, así como una caja de pedales ajustable.
Además, el X-Bow GTX cuenta con dirección asistida eléctrica a diferencia de la dirección asistida hidráulica del X-Bow GT4 y este nuevo sistema consigue, además de ahorrar peso, ofrecer al menos tres variantes de configuración diferentes, según las preferencias y necesidades del conductor.
KTM X-Bow GTX: filosofía de carreras
Hablando de peso, el X-Bow GTX marca sobre la báscula 1.048 kg, movidos por motor de 5 cilindros y 2.5 litros cortesía de Audi Sport, ajustado para ofrecer un total de 523 CV y 650 Nm. ¿Y cuáles son esos ajustes? KTM ha modificado las válvulas de inyección, la válvula de descarga, el sistema de admisión, el sistema de escape y el software para aumentar la potencia y el par máximo.
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Pero volviendo a lo que nos atañe, el resultado de todo esto es una relación peso/potencia de 1,98 kg por CV, lo que ofrecerá un rendimiento sensacional, según la propia compañía, que aún no ha desvelado prestaciones, pero también eficiencia en el consumo.
Y es que está equipado con el tanque de seguridad FT3 de 120 litros, lo que permitirá al X-Bow GTX conducir durante más tiempo que la competencia, lo que debería ser útil tanto en los ‘track days’ como en carreras de larga distancia.
El motor está conectado a una caja de cambios secuencial Holinger MF de seis velocidades con un embrague de carreras y cuenta también con un diferencial de deslizamiento limitado. Por cierto, como curiosidad, el X-Bow GTX cuenta con una palanca de cambios operada eléctricamente, al igual que los prototipos de carreras de Le Mans.
Y si esto te parece poco, aún hay más: amortiguadores Sachs ajustables, pinzas de freno de alta resistencia con discos delanteros de 378 mm y seis pistones y traseros de 355 mm y cuatro pistones. Por cierto, no podemos marcharnos sin hablar del ‘Jetfighter Canopy’, el puesto de conducción heredado del X-Bow GT4, pero reformado.
Y es que ahora el plexiglás ha sido sustituido por un solo marco de carbono con parabrisas insertado hecho de Makrolon y puertas de vidrio que se abren por ambos lados, aunque sigue siendo posible abrir todo a la vez para entrar y salir. ¿Echas en falta algo? Efectivamente, no hay retrovisores, pero a cambio ha sido equipado con dos cámaras traseras.
Si quieres ser el más exótico de los circuitos y tienes 230.000 euros, que es el precio del KTM X-Bow GTX, ya sabes cuál será tu próxima compra.