El Lamborghini que ha construido a mano un noruego tras 7.000 horas de trabajo

aventador noruego
Y casi 100.000 euros.

Hace no mucho me encontré con una réplica de un Ferrari F430 en un evento. La unidad estaba bien terminada, y si bien es cierto que tenía varios elementos que delataban la base, un Toyota Celica, el trabajo había sido arduo y la inversión de no menos de 40.000 euros. Y aunque me impresionaron las horas de trabajo y el coste, este trabajo no tiene nada que ver con el Lamborghini que ha construido a mano un noruego tras 7.000 horas de trabajo.

No te pierdas: Lamborghini Aventador LP780-4 Ultimae: los V12 se despiden por todo lo alto

En concreto este noruego ha invertido cerca de 97.357 euros, un millón de coronas, y más de 7.000 horas de trabajo. El resultado es bastante convincente, todo un Lamborghini Aventador que ha creado incluso con piezas de IKEA. Steinar Thyhold lo ha fabricado desde cero, y después de mucho tiempo ha podido conducirlo por la carretera.

aventador noruego

Su amor por los superdeportivos y en especial por Lamborghini llegó en los años ochenta. Entonces se enamoró del Countach en la película “Los locos del Cannonball”, “The Cannonball Run” como título original. No se lo pensó y hace siete años comenzó en su casa, ubicada en Malvik, un municipio de la provincia de Trøndelag, con el proyecto. Y como dicen, todo trabajo duro trae recompensa.

Al principio optó por un chasis de madera, una arquitectura que posteriormente pasó a ser tubular de acero. Por supuesto, buscaría un motor V12, para el que recurrió al de un BMW Serie 7 E38, el bloque M73 B54 de 5.4 litros y 326 CV. Y para conseguirlo, compró un BMW 750i en Alemania.

Y no es el único país que ha visitado. Bulgaria, Tailandia, Norteamérica, México…  De este último país le llegó la carrocería, obra de otro enamorado de la marca. Igualmente, no solo ha montado piezas BMW, recurriendo a modelos de Volkswagen, Audi o Volvo. De Lamborghini solo son los faros y el parabrisas, lo más caro del proyecto con diferencia.

IKEA también ha abastecido a Steinar, siendo clave para construir el sistema de escape. Para ello, usó las tuberías de dos fregaderos de IKEA. Pero todo siguiendo las estrictas normativas de su país, Noruega, con visitas periódicas de la Administración de Carreteras Públicas la cual le ha dado el apto.

Etiquetas: Motor