Si piensas en coches deportivos con motor V10 seguro que se te vienen a la cabeza el Audi R8 o el Lamborghini Huracán. Y estarías eligiendo con bastante sensatez, aunque no se te pueden olvidar otros. El V10 es un motor interesante, que han montado algunos de los mejores coches de la historia, como el Porsche Carrera GT. Una configuración de motor que también ha ocupado las entrañas del Lexus LFA, un coche que ahora cumple 10 años.

Hasta la llegada del Lexus LFA la marca se veía como un fabricante de coches de lujo, pero en ningún caso de coches deportivos. Fue este modelo el que consiguió que todos miráramos diferente a la marca, no le perdiéramos la pista. Un auténtico esfuerzo por parte de los ingenieros que dieron todo lo que tenían para construir un coche de ensueño, un mito del que solo existen 500 ejemplos.

Pese a que ahora cumple 10 años, los ingenieros comenzaron a trabajar en el proyecto hace una década más. Harahiko Tanahashi, ingeniero jefe, tuvo la oportunidad de investigar con nuevos materiales y procesos de fabricación. Al proyecto se uniría años más tarde Hiromi Naruse, otro mito dentro de la marca y hombre clave para conseguir que el LFA fuera un deportivo tan dinámico.

En 2010 arrancaría la producción a un ritmo de un coche al día. Su motor V10 contaba con 4.8 litros de cubicaje, era atmosférico y se había fabricado desde cero en colaboración con Yamaha. Su potencia era de 560 CV, con una aceleración de 0-100 km/h en solo 3,7 segundos y una velocidad máxima de 325 km/h. Su sonido era capaz de inundar tu cuerpo y transportarte al Valhalla.

Se lanzó una versión especial que aumentaba la potencia hasta los 570 CV. La producción era de solo 50 unidades y los ajustes específicos para el rendimiento en circuito. Sin duda, uno de esos coches que nos devuelven a aquellos años en los que los fabricantes acostumbraban a hacer coches enfocados únicamente al disfrute de la conducción.

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