La mejor forma de robar un Ferrari 288 GTO y no morir en el intento

Ferrari GTO

Victor Delgado

Hace falta mucha cara dura y poco dinero.

Robar un Ferrari 288 GTO no debe ser una tarea sencilla. Todos tenemos en mente la película de 60 segundos, donde quedarse con coches ajenos es pan comido. Pero, ¡ay amigo! La realidad es muy distinta. Aun así, si no tienes dinero para comprar un Ferrari y anhelas desesperadamente uno de sus coches deportivos, incluso a riesgo de poder ir a la cárcel, esto te interesa. Ha ocurrido en Alemania; y como se suele decir, un hombre fue a probar un Ferrari y no te creerás lo que pasó... o sí, si has sabido leer bien entre líneas después de lo que te he explicado.

Un Ferrari GTO de más de 2 millones

Ferrari GTO trasera

Lo dicho. El buen señor, protagonista de esta noticia, fue a realizar una prueba dinámica con el Ferrari 288 GTO que pretendía comprarse. O eso es al menos lo que pensaba el vendedor. Este hombre llevaba varias semanas interesándose por la compra del modelo, que lo vendía un concesionario de Düsseldorf. Lo interesante del asunto es que se desplazó hasta allí para probarlo en persona, y todo transcurrió con normalidad hasta que tocó hacer un cambio de conductor entre el comercial y el potencial cliente.

Ahí la cara de póker que se le quedó al vendedor debió ser tremenda. Y es que el susodicho se metió como un rayo en el coche, que por cierto perteneció al ex piloto de Fórmula 1 Eddie Irvin, y salió disparado. Ver para creer. La cuestión es que un Ferrari 288 GTO no es un coche que no llame precisamente la atención, así que el ladrón tampoco es que fuera precisamente un lince. Este modelo tiene muchas virtudes, pero está claro que la de pasar desapercibido no es una de ellas.

Fue tan fácil de detectar por las autoridades que tan solo tardaron unas pocas horas en encontrar al coche, quien a día de hoy sigue en libertad. Se encontraba dentro de un garaje en la población de Grevenbroich, a poco más de 30 km de Düsseldorf. Claro, todo el mundo lo vio ir hacia allí y meterse en el garaje. Y es que ir por ahí con un Ferrari robado de unos 2 millones de euros (su cotización se ha disparado en los últimos años) es tan sutil como tocar la pandereta en una biblioteca.

Ferrari GTO insignia

El caso es que el ladrón de Ferraris no tuvo mal ojo. Recordemos que el Ferrari 288 GTO fue fabricado para competir en la extinta categoría del Grupo B de rally. En su desarrollo se utilizaron multitud de materiales ligeros con el fin de ahorrar peso, como kevlar, fibra de vidrio y aluminio, entre otros. Además, estaba impulsado por un potente motor V8 longitudinal de 2.85 litros y 400 CV de potencia.