Bentley anunció hace unos días que se avecinaba uno de los Bentley Continental GT más rápidos de la historia. Como lo prometido es deuda, la firma inglesa ha cumplido con su palabra y ha presentado el nuevo Bentley Continental GT Speed, un gran turismo de lujo que, además de mantener intacta sus lindezas pero combinándolas con prestaciones de un superdeportivo de altos vuelos.

Y es que la firma británica no se anda con memeces cuando se trata de hacer un coche rápido, muy rápido. Para ello, recurre a la artillería pesada, consiguiendo así crear vehículos tan espectaculares como el que hoy nos ocupa.

El Bentley Continental GT Speed hace honor a su apellido al superar los 330 km/h

Con esta premisa, Bentley sigue jugando en una liga superior de la mano del Continental GT.  A nivel estético nos encontramos con unas llantas de 22 pulgadas, un sutil kit conformado por diferentes piezas en fibra de carbono, salidas de escape ovaladas y el anagrama Speed. 

Mismo sucede en el habitáculo, donde tecnológica, distribución de mandos y confort se mantienen inalterados. La novedad la apreciamos en los materiales empleados, tales como la fibra de carbono y la Alcántara, materiales que abogan por la deportividad y ligereza.

Pero el quid de la cuestión lo encontramos en el apartado mecánico, donde se asienta el colosal motor W12 de 6.0 litros Twin-Turbo que, para la ocasión, desarrolla 659 CV y 900 Nm de par. Dichas cifras se gestionan por medio de una caja automática de ocho relaciones recalibrada, suspensiones y estabilizadoras activas, diferencial trasero y un eje trasero direccional.

Con todo esto, el Bentley Continental GT consigue acelerar de 0 a 100 en 3,6 segundos y alcanzar una velocidad punta de 335 km/h. Son cifras que permiten que el deportivo inglés entre en otro territorio y se convierta para muchos en un inesperado rival al que habrá que vigilar con cautela.

Coches deportivos

Los coches deportivos nos hacen soñar despiertos: grandes prestaciones, promesa de sensaciones al volante, de una conducción sin igual. Los hay grandes, pequeños, bonitos, feos, caros y baratos. Pero todos ellos tienen en común una cosa: si merecen la pena, están aquí. ¡Sigue el link!