Este es el Porsche 911 GT2 más brutal que existe... y se vende

Oh, sí...

Si andas a la caza de un deportivo verdaderamente salvaje, estás de suerte: aquí tienes el Porsche 911 GT2 más brutal que existe... y está a la venta si lo quieres. Aunque tendrás que preparar unos cuantos billetes, claro. 

Si no te llega puedes conformarte con esto: el 911 GT3 Cup de Playmobil

A pesar de que para muchos el 996 es el nueveonce más odiable de todos -uno de los Porsche que puedes comprar por menos de 20.000 euros y la quinta generación de las siete que puedes ver en este vídeo-, lo cierto es que en su gama tuvo algunas piezas realmente interesantes, como sus variantes Turbo, GT3 -¿has visto la del 911 2017?-... y GT2. Esta última siempre ha sido de las más codiciadas en cualquiera de las generaciones del deportivo alemán... y ha resultado ser la base perfecta para que un loco aficionado a la potenciación pudiera llevar a cabo su sueño: tener un 911 de más de 1.000 CV. 

Tras invertir unos cuantos euros -alrededor de 600.000, para ser exactos- en darle a este particular 996 su forma definitiva, ahora está siendo anunciado a la venta por el concesionario McLaren Scottsdale -situado en Arizona- por un precio de 299.000 dólares, que al cambio son unos 267.000 euros. ¿Te parece caro para ser el patito feo de Stuttgart? No adelantes acontecimientos: además de una imagen espectacularmente agresiva -que te pueda gustar o no es otra cosa-, el Porsche 911 GT2 más brutal que existe tiene una mecánica bóxer de seis cilindros capaz de entregar nada menos que 1.097 CV con gasolina normal... y 1.175 si se emplea E85. 

Como podrás imaginar, el Porsche 911 GT2 más brutal que existe ha sido hecho por completo sin dejar prácticamente ni una pieza original para garantizar el máximo rendimiento con una fiabilidad a prueba de bombas. ¿Te sientes capaz de dominar más de 1.000 CV tratando de partirte la espalda a través de sus ruedas traseras? No pierdas tiempo en hacer un par de llamadas a sus vendedores. Te recibirán con los brazos abiertos... como los operarios de la ITV cuando tengas que homologarlo para rodar en España. ¡Ay!