Probamos y disfrutamos el Porsche 911 reimagined by Singer, una carta de amor al 911 Turbo original

Nos ponemos tras el volante de lo último de Singer, un Porsche 911 de la generación 964 modificado para homenajear al 930 Turbo de los años 70. Una creación sorprendente y tan buena como podíamos esperar.

Si piensas que este un Porsche 911, estás en lo cierto y estás equivocado a partes iguales. Se trata de un 964 restomod, pero no es uno cualquiera, ya que ha sido hecho por Singer para homenajear al legendario 930 Turbo de mediados de los setenta. Sí, justo en el medio siglo del nacimiento de los Porsche turboalimentados, Singer presenta un regalo. Y vaya regalo...

Texto original de Tom Ford

Como es habitual en Singer, todo se desmonta y se vuelve a hacer, pero mejor. La carrocería es de carbono - excepto las puertas, que siguen siendo de acero- y se han modificado prácticamente todos los radios y curvas que ves en el coche. Y, sin embargo, sería difícil de decir a menos que tuviera un original a la mano. Bueno, a la mayoría le pasaría.

En la parte trasera hay una versión de 3,8 litros del motor seis cilindros plano «Mezger», esta vez con una tonelada de cambios, entre ellos un par de turbos Borg-Warner variables robados de un coche de la generación 992. 

La especificación básica ofrece 455 CV, pero se puede aumentar hasta 517, con unos 542 Nm de par. Las estadísticas no son oficiales, pero creemos que se encontrará en unos tres segundos altos en pasar de 0 a 100 km/h, sobre todo porque, pesando entre 1.200-1.300 kg, es bastante ligero. 

Le damos la enhorabuena a Singer por no apostar por los 760 CV sólo porque podía. En estas cosas, todo se trata de equilibrio. Además, hay otra cosa más que te va a gustar: todos los ejemplares son manuales de seis velocidades y con tracción trasera. Y sí, funcionan de maravilla.

Es bastante bonito, ¿verdad?

Entendemos que el gusto es subjetivo, pero hay muy pocos coches más fotogénicos y, en nuestra opinión, la mayoría tienden a ser restomods. Da que pensar. Pero de nuevo, se trata de una gran cantidad de detalles forjados en un 964

Puedes ver cómo el parachoques delantero tiene las señales visuales de su inspiración, pero está más pulido y es más aerodinámico. Los faros son LED, pero no tienen el reluciente destello tan habitual en esta tecnología. Los fuelles del parachoques son ahora rejillas de ventilación, y los elementos laterales en forma de «aleta de tiburón», tomas de aire para el motor. 

El icónico alerón trasero de cola de ballena es de carbono, más largo y más alto, pero no está configurado para aumentar la carga aerodinámica, sino la estabilidad a alta velocidad. Se trata de un Turbo mejorado, no irreconocible, y como en la mejor cirugía plástica, sabes que se ha hecho algo, pero te preguntas qué es. Sabes que es un clásico, pero tiene un aspecto espectacular.

¿Cuáles son las versiones?

Es interesante la idea de las diferentes versiones, porque básicamente cada 911 modificado por Singer es único. Principalmente porque el equipamiento opcional es casi abrumador. Sin embargo, Singer ha producido dos estilos diferentes de este 911 Turbo para la prensa y las fotos, y están medidos para gustos ligeramente diferentes.

Lo básico es lo mismo: todos tendrán 455/517 CV, cambio manual de seis velocidades y tracción trasera. Se barajó la opción de tracción total, pero se consideró innecesaria por el momento. Los sistemas de suspensión, amortiguación y control de tracción son los mismos, al igual que los reglajes de puesta a punto.

El coche blanco está más orientado a las tandas de circuito ocasionales, por lo que tiene asientos de carbono con respaldo fijo e inserciones de tela, menos insonorización, una media jaula antivuelco y no tiene asientos traseros. También hay más fibra de carbono expuesta, un depósito de combustible de llenado central, no tiene limpiaparabrisas trasero y pesa un menos.

El coche verde está más enfocado a ser un GT, por lo que hay asientos eléctricos de cuero, molduras de madera, un limpiaparabrisas trasero y un depósito que se llena por la aleta delantera. También tiene asientos traseros - sin jaula - y más moqueta. Así que puedes decidir combinar o decantarte por la opción que más te guste. Ambas son excepcionales en términos de calidad y tacto.

¿Cómo se conduce?

Prueba del Porsche 911 reimagined by Singer

Tiene su aquel. En el norte de los Peninos, donde lo probamos durante dos días, rápidamente se hizo evidente que Singer no ha intentado eliminar demasiadas aristas de la experiencia 911

En carreteras bacheadas, el Turbo se siente inquieto y tenso. Pero una vez que te pones en marcha, el coche empieza a trabajar más duro, la suspensión y la amortiguación cobran vida y es en gran medida impresionante, y no se parece en nada al original.

Se siente como un coche de rally en el sentido de que necesita algo de carga para mitigar la brusquedad. Pero este es un coche rígido con una cinemática de suspensión, amortiguación y neumáticos modernos, y eso se nota. El agarre es consistente y generoso, y el control de tracción Bosch discreto. 

Prueba del Porsche 911 reimagined by Singer

Si lo pones en modo Sport o Track, la trasera se mueve más, pero nunca es brusco o inconsistente. Y no intentes luchar contra el volante - como en la mayoría de los 911, al volante le gusta retorcerse, pero si dejas que resuelva los baches por sí mismo, es mucho más tranquilo-.

Los frenos son derivados del DLS, con equipos carbocerámicos para el coche blanco y rotores de acero para el verde. Para ser sincero, los de carbono eran casi perfectos, así que, si tienes dinero, ¿por qué no?

También suena bien. No es tan operístico como el DLS, pero es divertido. Tiene más rugido que una nota en particular, hay un montón de ruido de inducción y el extraño gorjeo de la válvula de descarga eléctrica. Hace «pops» y «bangs» y crepita, pero no es la falsedad digital que ves en un coche moderno, sino combustible y un escape caliente haciendo de las suyas.

La cuestión es que no se trata de una emoción barata de velocidad pura: tienes que conducir este coche para sacarle el máximo partido, sincopar manos, pies y cerebro para hacer los cambios y las trazadas a la perfección. 

Hacer que este cacharro tome las curvas puede que no sea lo más rápido del mundo, pero es 99 veces más satisfactorio que la pura potencia. En un mundo de caballos eléctricos baratos, te recuerda lo que realmente te gusta de conducir. Es un coche al que le das una palmadita en el salpicadero después de una buena conducción y siempre miras hacia atrás cuando lo aparcas.

Solo recuerda que este no es un 'Singer Porsche'. Es un Porsche 911 que ha recibido el tratamiento Singer, porque Singer no fabrica coches. El motivo es que Porsche tiene un feroz departamento legal y Singer Vehicle Design es un especialista en reimaginar que sólo tiene un respeto absoluto por los ingredientes básicos. 

Los productos Singer nacen del amor por los Porsches más que de cualquier otra cosa, incluso si, como empresa, los desgarra hasta los átomos y los hace más boutique. Eso se nota en este coche: no es el ruidoso y llamativo DLS Turbo, sino una versión más meditada. Y eso lo hace infinitamente deseable.

¿Cuánto cuesta todo esto?

Prueba del Porsche 911 reimagined by Singer

Respira hondo. Se trata de una conversión de unas 850.000 libras o un millón de euros. Eso no incluye el 964 base (no tiene que ser un Turbo para recibir el tratamiento), los impuestos o el envío desde el taller de Singer en California. En definitiva, tienes que ser muy rico para tener uno de estos. 

Si te preguntas si hay mercado para un coche que cuesta nueve o diez veces más que un 930 Turbo sin restaurar, debes saber que hay una cartera de pedidos de más de 300 unidades (según Singer) y una lista de espera de tres años. ¿Merece la pena? Eso depende de ti y de tu gestor bancario. Pero nosotros diríamos que sí.

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Etiquetas: Vídeo, Motor