Todo lo que ha hecho el Porsche 956 por ti y por tu coche

Porsche 956 C
Una prueba más de que si no existieran los circuitos habría que inventarlos...

El Porsche 956 es un coche mítico porque hizo historia en competición, pero lo cierto es que su trayectoria va mucho más allá de los circuitos y por eso hoy vengo a recordarte todo lo que hizo en particular por ti y, sobre todo, por tu coche y en general, por todos los coches nuevos del mundo.

Lo más probable es que al Porsche 956 lo recuerdes con su decoración Rothmans y con Stefan Bellof al volante marcando uno de los récords más sonados del ‘Infierno Verde’, durante los 1.000 km de Nürburgring de 1983: el tiempo más rápido de vuelta con 6 minutos y 25,91 segundos.

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Este récord permanece hoy en día, todavía vigente, aunque el Mercedes-AMG Project One Concept pretende arrebatárselo próximamente. Sin embargo, para hablar de las cosas que el Porsche 956 ha hecho por ti tenemos que recordar una de las curiosidades más importantes que giran en torno a él. ¿Estás preparado?

Cuenta la leyenda que gracias al trabajo de aerodinámica que le aplicaron, el Porsche 956 podía conducirse bocabajo a 321,4 km/h. A ver, no es que nadie lo hiciera nunca, pero hay una explicación física detrás de todo esto y por eso nos lo creemos. 

La culpa de todo la tiene el famoso ‘efecto suelo’. ¿Te suena? Seguro que sí… se trata de un conjunto de técnicas que permiten crear un efecto de atracción entre el coche y el asfalto. Gracias a esto, el agarre es mayor y, por tanto, se gana velocidad en el paso por curva (a grosso modo... ya en otra ocasión haremos un capítulo de 'ingeniería para dummies').

Aquí yo, junto al Porsche 956 en Stuttgart, desafiando a la ley de la gravedad... En un mundo paralelo, claro
Aquí yo, junto al Porsche 956 en Stuttgart, desafiando a la ley de la gravedad... En un mundo paralelo, claro

Por cierto, un apunte: el motor bóxer del Porsche 956 no era el más adecuado para el ‘efecto suelo’, pero los de Stuttgart inclinaron el motor hacia arriba y añadieron una carrocería muy simple. De esta manera lo solucionaron, de manera que el Porsche 956 terminó generando tres veces más carga aerodinámica que el mítico Porsche 917.

Es cierto que Porsche no fue pionero en utilizar esto, pero gracias al Porsche 956 -el primer coche del Grupo C (resistencia) en utilizarlo- se popularizó un concepto que hoy en día sigue más vivo que nunca y sobre el que se sigue trabajando, tanto en los circuitos como en los deportivos más modernos. 

De hecho, los fabricantes nos sorprenden continuamente con datos como que el Mercedes-AMG Project One Concept es capaz de generar la misma carga aerodinámica que la mitad de su peso. Además, el Porsche 956 de 1982 introdujo también la inyección directa de combustible, gracias a la ayuda de Bosch, que sustituía a la mecánica y que permitía obtener la misma potencia que el Porsche 936 pero con un mayor ahorro de combustible y más par motor. 

Ya sabes que la competición es el banco de pruebas de los coches que veremos en la calle, ¿no te parecen suficientes motivos para estar agradecido al Porsche 956? 

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