Porsche restaura (en secreto) el 924 GTS con el que Walter Röhrl corrió en 1981 como regalo por su 74 cumpleaños
Llegó a este modelo de rebote
Para celebrar que Walter Röhrl cumplió 74 hace unos días, en Porsche decidieron sorprender a este gigante con su 924 Carrera GTS, que la gente del histórico departamento de motorsport había restaurado meticulosamente y en secreto, ya que en la compañía no querían que se enterase. Parece ser que es complicado porque conoce a mucha gente y todos tuvieron que ser aleccionados... Más abajo tienes un vídeo en el que se recoge el momento: es divertido y además está subtitulado al inglés, porque hablan en alemán.
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Se podría decir que Röhrl y su copiloto Christian Geistdörfer compitieron con el 924 GTS de rebote. Se supone que ese año deberían correr para Mercedes (formaron un espectacular contrato millonario), pero la otra marca de Stuttgart se retiró de la competición, por lo que se quedaron compuestos y sin equipo.
Porsche llegó al rescate y le dio ese 924 para la temporada de 1981 en el Campeonato Alemán de Rallyes (también corrió en algunas pruebas de circuito). A pesar de que se hicieron con cuatro victorias ese año, iba a ser la única temporada en la que Röhrl competiría con la marca de deportivos, ya que en 1982 iban a pasar a Opel.
El Porsche 924 GTS que pilotó Röhrl luego se convirtió en la herramienta de trabajo con la que Jacky Ickx corrió en 1982. Aunque el color original es dorado y negro, Ickx compitió con esta unidad pintada completamente en azul por el patrocinador Gitanes en el Rally de Boucles de Spa. Tras esa carrera, terminó su servició y acabó en el Museo de Porsche.
Este GTS en particular en realidad comenzó su andadura como el quinto de los nueve prototipos que construyó Porsche y, como tal, su motor turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros nunca recibió un número de serie. A pesar de que era un proto, y que había estado parado durante casi 40 años, el motor (que marca 10.371 km, todos en competición) y el turbocompresor KKK 26 conectado fueron inspeccionados y se encontraron en óptimas condiciones, mientras que la caja de cambios se desmontó para ver si estaba bien... que por supuesto fue así.
En todo caso, siempre ha sido un modelo muy especial, ya sea el de rallyes de Walter Rörhl o el Porsche 924 GTS de calle, que fue el deportivo de la marca más caro en su momento (costaba 110.000 marcos alemanes; 4.400.000 pesetas de la época que equivaldrían a un precio de unos 120.000 euros de hoy en día) y también bastante escaso: hicieron 50 unidades (más los nueve prototipos), todas ellas pintadas en Rojo Guardia y con el volante a la izquierda. Su motor turbo ofrecía 240 CV de serie, pero en la versión Clubsport subía hasta los 275.
La restauración implicó la reconstrucción de una serie de piezas y el reemplazo de otras, algo que se hizo en el mismo sitio en el que se fabricó el coche hace 40 años: en el Centro de Desarrollo de Weissach, aunque siempre intentaron mantener la pátina que fue adquiriendo a lo largo de todas las carreras.
