Los caminos del sector automovilístico son inescrutables, y prueba de ello son las creaciones, algunas más acertadas que otras, que podemos apreciar en casi cualquier época. Un buen ejemplo es el Porsche Rinspeed R69, una creación por cortesía del preparador que decidió en la década de los 70 coger un Porsche 930 y maridarlo con una serie de aspectos que nos recuerdan irremediablemente a los Ferrari de la época.

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Y es que, por aquel entonces, Porsche no solo contaba con el 911 a secas, sino con la amada e idolatrada generación 930. Si a esta le sumábamos el apellido Turbo, obteníamos un vehículo que había ostentado el título de coche más rápido de Alemania, y casi del mundo. Sin embargo, la gente de Rinspeed quiso llevar la fórmula más lejos al crear una de las preparaciones más radicales.

Porsche Rinspeed R69: una preparación de lo más curiosa

A nivel estético este Porsche Rinspeed R69 presentaba un batiburrillo cuanto menos curioso. Y es que el preparador mantuvo gran parte de las formas redondeadas del 911 pero con ciertos matices que recuerdan irremediablemente a un Ferrari, concretamente al Ferrari Testarrosa. 

Esta fusión se aprecia, principalmente, en el lateral y en la zaga del R69. Las puertas muestran las características branquias del Testarrosa, mientras que la parte posterior hace gala de unas líneas mucho más rectangulares y secas que contrastan con la cúpula conformada para situar el cristal posterior, que sigue siendo el de un 911.

Los pilotos también se adaptaron a esta nueva trasera tan italiana de la mano de unas formas que se acogen a estos patrones, pero el punto álgido del Rinspeed R69 lo apreciamos en su apartado mecánico. Aquí se asienta un seis cilindros bóxer sobrealimentado por turbo capaz de declarar 296 CV, permitiendo que el 0 a 100 ocurriese en tan solo 5,4 segundos.

Además, Rinspeed tan solo produjo 12 unidades del R69, lo que lo convierte en un coche más exclusivo si cabe. Hoy nos hemos topado con esta unidad que salió a subasta bajo el amparo de Collecting Cars, y donde alcanzó una puja máxima de 60.000 libras.

Coches clásicos

Ya no los hacen como antes, ¿verdad? Los grandes clásicos nos siguen alegrando la vista con carrocerías de grandes diseñadores. Pero también están los clásicos populares de cualquier época o condición siguen siendo un referente entere los apasionados al motor. ¡Aquí tienes todo lo que te interesa!