¿Puede un Honda NSX con un Nissan GT-R tuneado?

Honda NSX con un Nissan GT-R tuneado
Duelo nipón de conceptos diferentes.

Hoy os traemos una carrera de aceleración con dos auténticas bestias como protagonistas, ambas procedentes del país del sol naciente. Por un lado, la reinterpretación moderna del Honda NSX y, por otro, el Nissan GT-R, aunque no uno normal, sino la preparación llevada a cabo por Litchfield. ¿Quién ganará, el de fábrica o el tuneado?

Como siempre, antes que nada, analicemos a cada uno de los participantes:

  • Honda NSX: cuenta con un sistema híbrido con corazón de 3.5 V8 biturbo y tres motores eléctricos que genera 581 CV, tiene tracción integral, acelera de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y marca sobre la báscula 1.776 kilos.
  • Litchfield GT-R: la versión vitaminada de Godzilla manda a las cuatro ruedas los 640 CV que desarrolla su motor, lo que le permite mover sus 1.800 kilos de 0 a 100 en 2,9 segundos.

Como bien dice Rory Reid, que se encuentra al volante del NSX, este duelo busca responder a una cuestión muy sencilla (aunque solo pueden planteársela de manera realista aquellos que tengan bastante dinero): ¿te compras un superdeportivo caro y lo dejas como está, o te haces con un deportivo barato y luego inviertes en hacer que sea todavía más rápido?

La diferencia de potencia es considerable entre ambos, lo que se traduce en casi medio segundo en el 0-100, pero el Honda cuenta con el apoyo de los motores eléctricos… ¿suficiente para equilibrar la balanza? Hagan sus apuestas: