¿Sabes decir qué coche es sin buscarlo en Google? ¡Es de nota!

SARD MC8 trasera
De nota y de una buena palmadita en la espalda.

El mundo del automóvil nos guarda muchas sorpresas, incluidos para nosotros, los que nos denominamos como petrolhead y tenemos una cierta cultura en la materia. Cuando creemos saberlo todo, coches como este nos ponen los pies en la tierra: probablemente tú tampoco tengas ni idea de qué estamos hablando. Y es que un spotter japonés cazó un deportivo extraño de narices, un coche que huele a preparación cutre de los 80 pero con detalles interesantes, un deportivo con aspecto de hiperdeportivo, especialmente en la parte trasera con un alerón que no tiene nada que envidiar a la del Ferrari F40 de esta prueba.

Si amigos, en coches nuevos somos unos expertos, pero hay rarezas por ahí que te dejan muy loco. Este ejemplar fue cazado por un spotter en Japón y probablemente ni él mismo sabía qué estaba viendo en ese momento. El modelo tiene un aspecto claramente japonés y recuerda a las tremendas preparaciones japonesas que se pueden ver últimamente por las calles de Tokio, aberraciones y exageraciones estéticas que te hacen desconfiar de casi todo: ¿qué se puede esperar de aquellos que ponen luces de neón en los Lamborghini?

Pero por una vez en la vida, lo que tenemos delante es una joya, algo único, algo tremendamente especial. Ahí va el kit de la cuestión y no, no tiene nada que ver con un Mitsubishi  3000GT o un Nissan S14, sino con algo mucho más humilde. Se trata de un SARD MC8 y no, no hace falta que vayas corriendo a Google, que a continuación te voy a ofrecer un completo resumen de uno de los coches más raros que hemos visto jamás.

El SARD MC8 es un proyecto único desarrollado para participar en la categoría GT1 de las 24 Horas de Le Mans, sí, aquellos tiempos gloriosos donde los McLaren F1 GTR, Porsche 911 GT1 y McLaren CLK GTR se peleaban a puñetazos para ser los más rápidos en la recta des Hunaudières. Lo más increíble de todo es la base sobre la que se asienta este proyecto loco: ¡un Toyota MR2! Sí amigos, aunque bajo el capó poco queda de él. 

El SARD MC8 era la versión de calle del SARD MC8-R, la versión de competición. Fue desarrollado en paralelo para poder homologar al coche de carreras en la competición de resistencia más famosa del mundo. Bajo el capó encontramos un motor V8 biturbo de cuatro litros (vaya, qué común suena esto a día de hoy) con 600 CV. Y sí, participó en Le Mans.

No obstante, no te suena porque pasó sin pena ni gloria: apenas aguantó 14 vueltas en 1995 y quedó penúltimo en 1996. SARD era un preparador japonés que se alineó con Toyota para cumplir un sueño: correr en Le Mans. De la versión de competición poco se sabe, pero de la de calle, todavía menos. Se tenía constancia que estaba en Japón, pero desde los 90 estaba desaparecido, hasta que hace un tiempo apareció en un vídeo de youtube, para más tarde, ayer concretamente, apareciese de nuevo en uno de esos avistamientos únicos y alucinantes.

Probablemente sea uno de los coches más raros del mundo, tanto de calle como de carreras. Una cosa muy loca y a buen seguro difícilmente conducible. Sería interesante saber si realmente todavía se puede mover por sí mismo y quién es el propietario: imagino que será de algún responsable de la escudería que lo desarrolló en su día. ¡Ale, ya te puedes ir a la cama sabiendo algo nuevo!

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