En Tokio han expuesto un Nissan GT-R50

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Una unidad de pruebas.

El Nissan GT-R50 es uno de los coches más especiales que haya presentado la marca en los últimos años. Según anunciaba la propia Nissan a finales del años 2019, la primeras unidades comenzarían a llegar en 2020, concluyendo las entregas a finales del 2021.  Sin duda, este GT-R50 by Italdesign es una pieza exclusiva, y como tal debe estar disponible para ser admirada. Y, por un momento, el Nissan GT-R50 estará expuesto en Tokio.

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La compañía japonesa anunciaba una tirada limitada de solo 50 unidades, un coche con un precio “de locos”, 990.000 euros. Y este precio no tiene en cuenta los impuestos, superando entonces con alegría el millón de euros. ¿Habías imaginado gastar un millón de euros en un Nissan GTR? Quizás no, aunque este coche bien vale cada euro. Cuenta con más de 750 CV y una estética específica.

Durante los próximos meses se exhibirá una unidad en el Nissan Crossing en el área de Ginza en Tokio. Se trata de una unidad perteneciente a la flota de pruebas con un esquema de pintura realmente elegante. Es sabido que en ocasiones las mulas de pruebas son incluso más fascinantes que las propias unidades de producción, exhibiendo un uniforme muy llamativo, ¿no os parece?

Al margen de ello, cabe destacar que el Nissan GT-R50 conmemora los 50 años que cumplió Italdesign y la línea GT-R, una gama que nacía con el Skyline GT-R en la década de los 60. Y para hacerlo no han escatimado, montando el motor biturbo V6 de 3.8 litros, con un incremento de potencia que llega hasta los 760 CV y los 780 Nm de par máximo. Los ajustes del chasis son específicos, con incluso una línea de techo más baja.

Por supuesto, la transmisión automática de doble embrague y seis relaciones ha sido reforzada, siendo ajustada para la ocasión. Cuenta, además, con frenos de alto rendimiento Brembo y suspensión neumática ajustable Bilstein. A finales de 2019 la marca aún no había colgado el cartel de completo, pero más de un año después a buen seguro cada una de las 50 disponibles tienen dueño. Y eso que cuestan más de un millón de euros.