Toyota GT86 o Ford Mustang, ¿cuál es mejor de los dos?

Toyota GT86

Victor Delgado

Diferentes, sí. Pero no tanto como crees.

¿Toyota GT86 o Ford Mustang? Si estás valorando hacerte con un capricho para tu garaje es más que posible que ya hayas ido a ver tanto el Toyota como el Ford. A priori estamos ante dos modelos muy diferentes. Sin embargo, cuando te pones a comparar precios, lo cierto es que no andan tan lejos, y GT86 y Mustang se presentan como opciones que podrían satisfacerte por imagen, potencia o tipo de conducción. No obstante, no te engañes: en función de si te gusta una u otra cosa, acabarás eligiendo el coupé japonés o uno de los mejores coches americanos que ha habido. Así que, ¿Toyota GT86 o Ford Mustang?

Cuál elegir: ¿Toyota GT86 o Ford Mustang?

Comencemos por el diseño. El modelo nipón es un coche de sobras conocido, hermanísimo del Subaru BRZ y que se caracteriza por ser un coupé japonés de la vieja escuela. Tiene unas medidas similares a las de cualquier compacto actual, con 4,24 m de longitud. Eso sí, son dos puertas y unas plazas traseras que... bueno. Que casi ni son. Un 2+2 solo en papeles, porque solo son los asientos delanteros los que son 'reales'. Y su imagen es la de un deportivo que no pretende parecer demasiado fiero ni con 700 CV: tiene 200 (que no son pocos) y es lo que aparenta.

Ford Mustang EcoBoost High Performance Package, dinámica
Ford

A pesar del tiempo, el Ford Mustang mantiene ese aspecto de pony car de sus orígenes. Con la evolución que supone el paso de los años, claro; pero conserva su filosofía. Es bastante más grande que el Toyota GT86, pues mide 4,79 m de largo. Así que si prefieres los coches pequeños y manejables, ni deberías planteártelo. Pero tiene una mística de la que es difícil escapar. Además, se ofrece en versión descapotable, algo que no puedes elegir en el asiático.

Los motores y el comportamiento son bastante diferentes entre sí. Todas las opciones son de gasolina, claro. Por un lado, tenemos un bóxer atmosférico de cuatro cilindros en el Toyota. Tiene 200 CV y no entrega toda su 'chicha' hasta que sube bien de vueltas. No es demasiado gastón, sin embargo, para que corra tienes que pisarle, con lo que ello implica. Es un maravilloso coche-escuela para hacer conducción deportiva, pudiendo controlar sobrevirajes de una forma relativamente segura. Y su puesta a punto y componentes son geniales para divertirte al volante.

Toyota GT86

Mientras tanto, el Mustang lo puedes elegir con dos motores. Un turbo de 290 CV, y un V8 atmosférico de 450. Hay gente que defiende que si no va ligado a este último, no es un Mustang de verdad. Lo cierto es que el valor de este americano reside en la fuerza bruta, algo que se consigue mejor con el V8. Sin ninguna duda. Pero el precio se va de madre: son más de 50.000 euros, por los apenas 35.000 que cuesta el GT86. El EcoBoost sale, con descuentos, por unos 40.000... y es un motor mucho más razonable, y menos pasional.

Conclusión

Elegir entre Toyota GT86 o Ford Mustang es fácil si sabes lo que quieres. ¿Un coche ágil y divertido con el que pasártelo muy bien en carreteras de curvas y hacer una conducción deportiva muy pura? Elige el japonés. ¿Un modelo con el que puedas romper cuellos a tu paso y que con un pisotón en el acelerador te deje pegado al asiento? Entonces el americano es mejor para ti. Eso sí, ten en cuenta la diferencia de precio que hay entre ambos, algo que podría decantar la balanza entre uno u otro independientemente de lo que más te guste.

Ford Mustang EcoBoost High Performance Package, trasera