Las callejuelas estrechas de los pueblos y ciudades medievales son traicioneras. Bien lo sabemos en España, donde tenemos unos cuantos de esos. Y puede que incluso mejor en Italia. Desde allí nos llega el último vídeo de esos que te provocan un "auch" instantáneo. En este caso, muestra cómo un Ferrari Roma se queda atascado en un callejón de una localidad indeterminada de la bota (pues la descripción no especifica dónde se grabaron las imágenes). 

Tampoco sabemos si fue el navegador (en conjunto con la distracción) el que le jugó un mala pasada a este conductor, o si la situación se debió a un exceso de confianza. Quizá derivado de no controlar bien las dimensiones del superdeportivo. Porque, con sus 1.974 mm de ancho, el Ferrari Roma no es precisamente el coche ideal para moverse por estas vías estrechas y tortuosas. Por algo el modelo más vendido en tierras transalpinas ha sido durante los últimos 9 años el Fiat Panda, que de lado a lado mide solo 1,64 m.

Lo más curioso del vídeo es que el conductor todavía parece que trata de avanzar aun en el punto más estrecho del 'vicolo' (como se llama a estas callejas en italiano), donde se ve que faltan escasos milímetros para tocar con la carrocería en las paredes de los lados. Si es que no lo ha hecho ya. Y un hombre incluso le indica cómo maniobrar.

Hasta que, por fin, aparece una señora que, con gestos muy a la italiana, les recrimina por sus vanos esfuerzos para pasar por un sitio tan angosto. Hacia el final, también se ve un coche clásico al otro lado de la travesía, del que se baja otro señor a... ¿ayudar? Hubiera estado bien conocer el final de esta aventura en la que un Ferrari Roma se queda atascado, pero las imágenes se cortan mucho antes. Así que no sabemos si todavía tenía opción de dar marcha atrás y librarse solo con los rasguños que (casi seguro) ya le habrían producido las paredes... O si, por el contrario, requirió algún tipo de asistencia más dañina para la carrocería.

El caso es que el conductor ha tenido que aprender la lección por las malas. Los medios italianos recuerdan que algo parecido ya ocurrió el verano pasado con un Porsche 911 Carrera en un 'vicolo' de la localidad alpina de Meana di Susa. Aunque en aquel caso sí sabemos cómo acabó la cosa. El conductor quemó el embrague tratando de salir marcha atrás (en una fuerte pendiente) y tuvo que ser rescatado por los bomberos, que remolcaron el deportivo cuesta arriba.