3 averías habituales en un coche diésel: ¡atento a esto!

Taller

Victor Delgado

Vigila tu coche en todo momento.

Uno de los miedos más grandes que pueden existir en la faz de la tierra es que se te encienda el testigo de fallo motor en tu vehículo. Porque sabes que eso va a significar el paso por el mecánico y, por consiguiente, que te cueste un dinero que no tenías previsto para este mes. Por norma general, si te compras un coche nuevo y lo tratas medianamente bien, las posibilidades de que se estropeen son mínimas. Sin embargo, existen averías comunes en coches diésel que son un fastidio. Y lamentablemente, siempre te puede tocar a ti. ¿Cuáles son estos problemas?

La válvula EGR

La válvula EGR es algo bien conocido por los propietarios de vehículos diésel, o al menos debería serlo. Se encarga de volver a meter los gases del escape en las cámaras de combustión del motor cuando el propulsor tiene poca exigencia o está al ralentí. Pero hay veces que, por agarrotamiento o alguna cuestión similar, se queda abierta, dejando que pasen más gases de los recomendables.

Circular en bajas revoluciones

Este es uno de los problemas de los coches diésel cuando su utilización no es la más adecuada, como puede ser la de circular asiduamente por la ciudad. Lo que hay que hacer es mantener el motor durante un buen rato a altas vueltas, hacer un pequeño viaje por autopista con el propulsor revolucionado. Lo que ocurre cuando se queda abierta es que la mecánica pierde rendimiento, por lo que lo más sencillo es hacer un buen uso del vehículo. Y sí, anularla está completamente prohibido.

Los inyectores

Cuando se ensucian los inyectores también tenemos una avería medianamente grave. No es el fin del mundo, pero es mejor que no pase. El hecho de que se amontonen residuos en los pequeños orificios de los inyectores hace que la combustión del gasóleo no sea buena. Por lo tanto, esto deriva en un consumo de combustible más elevado y en posible humo negro saliendo por el tubo de escape.

Aceite de motor de coche

La forma más fácil de prevenir una avería en coches diésel relacionada con los inyectores es no circular de manera continuada a vueltas muy bajas, ni exigirle mucho al propulsor cuando este todavía no ha alcanzado la temperatura de servicio. Por eso es importante respetar los tiempos de calentamiento y enfriamiento. Además, nunca sobra echarle un ojo al estado de los filtros ni al nivel de aceite.

El filtro de partículas

De entre todos los fallos comunes en coches diésel, el provocado por el filtro de partículas o FAP es uno de los más temidos. De hecho, todavía no he conocido a nadie que no sepa lo que es y no lo odie. Dada su función es posible que acabe acumulando un buen número de partículas que no han sido incineradas. Algo que, por cierto, es necesario en este dispositivo si no quieres que al final acabe para tirarlo directamente a la basura.

Taller coche eléctrico

Lo mejor para que no haya problemas con el filtro de partículas es, al igual que sucede con la válvula EGR, no abusar de los trayectos por ciudad. Y es que es a altas vueltas cuando el FAP completa su período de regeneración, algo que no pasa en los atascos ni circulando a bajas revoluciones. Así que ya sabes qué es lo que debes hacer si no quieres pisar el mecánico por este problema.