Hubo un tiempo en el que no había discusión: un coche de gasolina era la solución a todos tus problemas. Con el tiempo, el diésel ganó cuota de mercado hasta el punto de que el gasoil era la opción dominante. ¿Comprar coche diésel? Claro, no había discusión.

¿Y ahora? Ahora la cosa está complicada... más o menos. Si estás aquí probablemente sea porque tienes claro lo que buscas o, al menos, tienes una duda razonable: ¿de verdad "necesito" un coche de gasolina? ¿No será mejor un diésel para lo que yo hago?

Los puntos fuertes de los coches diésel

Sin duda el principal es el consumo. Si tenías un diésel y te has pasado a la gasolina, probablemente hayas notado una mayor suavidad de funcionamiento... y también que gastas un par de litros más a los 100 km. Nada grave si es el combustible que mejor se adapta a tus necesidades. 

Con las tecnologías de hoy en día, cuando te compras un coche diésel, consigues consumos muy bajos. Ejemplo práctico: con un Skoda Kodiaq con el motor TDI de 150 CV (4,7 metros, 1.700 kilos) hice un viaje de 700 km por todo tipo de carreteras y bastante zona urbana y el consumo que arrojaba el ordenador era de 5,7 litros.

Qué pasa si echas diésel a un motor de gasolina

Aparte, los sistemas con AdBlue han hecho que los turbodiésel sean igual de limpios (o sucios, como quieras mirarlo) que los gasolina y los niveles de CO2 y NOx son igualmente mínimos.

En cuanto a la conducción, es una manera de ver el mundo particular y diferente de los gasolina. Mientras que estos dan la potencia y el par mucho más arriba, en un diésel desde muy abajo tienes la fuerza necesaria para avanzar sin problemas: tiene menos encanto que jugar con la palanca del cambio para encontrar el régimen adecuado, pero a cambio la conducción es más relajada.

¿Cómo está la situación del diésel a medio plazo?

Muchos nos preguntamos si sería buena idea comprar un coche diésel ahora con la que está cayendo: las restricciones a las ventas de coches que no sean eléctricos nos ponen los pelos de punta a más de uno y el cerco a los combustibles fósiles cada vez se estrecha más.

Pero no es demasiado grave... aún. El Parlamento Europeo aprobó la prohibición para 2035 para coches nuevos. Es decir, que lo que compres ahora, dentro de 13 años seguirá siendo igualmente válido para circular en esa fecha.

¿La parte mala? Que seguramente los gobiernos podrían empezar a poner trabas a su circulación: zonas restringidas, límites de emisiones... 

Según ANFAC, en lo que va de año (hasta julio de 2022), solo el 17,5% de los coches nuevos vendidos son diésel. Los gasolina suben hasta el 43,4% y el resto son eléctricos, enchufable, GLP, etc. Más datos que seguro que te interesan: según el mismo estudio, la mayoría de los coches diésel que se venden son SUV medianos (un 33% del mercado), seguido por los modelos compactos (un 17)...

Comprar un coche diésel: por ahora puede ser lo que necesitas

¿Eres de los que hace muchos kilómetros al año? Un diésel sin discusión. La cifra mágica para saber si te compensa un diésel o un gasolina no existe, pero se podría decir que está en algún punto entre los 15.000 y los 20.000 km en función del modelo que sea (no es lo mismo un SUV premium que un compacto de gran volumen).

A continuación te dejo una selección cinco coches diésel que pienso que son una gran compra. El método ha sido sencillo: ¿estudios científicos? ¿Medida de las proporciones? Nada de eso: mi experiencia de más de dos décadas probando coches y afinidades personales.

Ah, y que no cunda el pánico: fiel a mis gustos estrafalarios (a veces), he añadido un modelo adicional que utiliza una solución que a mi juicio es imbatible: un híbrido enchufable diésel. Sí, así soy yo...

Seat León TDI

Por qué está en esta lista:

Es un clásico de nuestras carreteras. El Seat León me gusta por su espacio interior y por su dinámica (algo menos el sistema de infotainment de la última generación). Un modelo bien hecho, cómodo y más que válido para el día a día y para viajes en familia, especialmente con la carrocería familiar.

Qué opción diésel es la interesante:

La opción más racional es el 2.0 TDI de 115 CV manual. Muy lleno a bajas vueltas, bastante suave de funcionamiento y con unas prestaciones más que decentes. Puedes hacer consumos de menos de cinco litros si te tomas las cosas con calma.

Citroën C5 BlueHDI 130

Por qué está en esta lista:

Es lo más parecido a un salón con ruedas que te puedes encontrar. Un habitáculo muy espacioso y un confort de marcha espectacular gracias a unas suspensiones desarrolladas con la idea de la comodidad como principal leit motiv. Los asientos delanteros Advanced Comfort son muy buenos también. 

Qué opción diésel es la interesante:

La interesante... y única. El BlueHDI de 130 CV puede ser manual o automático. La versión con embrague colmará todas tus necesidades, por lo que te puedes ahorrar los 2.300 euros que tiene de sobreprecio el automático, que por otro lado es agradable de utilizar. Harás consumos reales de 5,5 litros sin despeinarte.

BMW Serie 3

Por qué está en esta lista:

Porque para mi gusto sigue siendo la berlina más agradable y satisfactoria de conducir. Mi carrocería favorita es la familiar. Y es que el Serie 3 Touring tiene espacio (tampoco para tirar cohetes, las cosas como son), es cómodo y hace la vida a bordo muy fácil a toda la familia.

Qué opción diésel es la interesante:

Como es lógico, si pudiera, yo me iría de cabeza a por un M340d. Pero con los pies en el suelo, creo que sin duda el 318d cumple más que de sobra. 150 CV, el feeling de la propulsión y un cambio automático de serie firmado por ZF que es una delicia. Complicado subir de 6,0 l/100 km.

Skoda Kodiaq TDI 150

Por qué está en esta lista:

Un SUV de tamaño más que decente (4,7) metros con mucho espacio interior, muy bien pensado y mejor rematado. Skoda es una marca que hace coches muy racionales y no por ello dejan de ser atractivos. Además se conduce muy bien y es cómodo para todos sus ocupantes, que pueden ser hasta siete.

Qué opción diésel es la interesante:

El 2.0 TDI vuelve a salir en este listado, aunque en esta ocasión con 150 CV vás más que sobrado (hay una versión de 200 CV asociado al acabado Laurin&Klement pero de verdad que no creo que marque la diferencia) tanto por dinámica como por consumo. Rondarás los seis litros.

Audi S4 TDI

Por qué está en esta lista:

Porque tengo que reconocer públicamente que cuando supe que el S4 iba a ser diésel no me gustó lo más mínimo... para cambiar de idea tras haberlo conducido. Y es que tiene sentido (si es que un deportivo de este tipo lo ha tenido alguna vez): empuja desde muy abajo, corre como un tiro y es cómodo y elegante.

Qué opción es la interesante:

La única disponible, como es lógico. El V6 TDI de tres litros ofrece 347 CV y nada menos que 700 Nm (y pegatina Eco). Tiene tracción quattro y cambio deportivo S-Tronic. No gasta poco, pero relativamente: no es complicado moverte en la zona baja de los siete litros si te resistes a la tentación de pisar su acelerador...

Mercedes GLC Coupé 300de

Por qué está en esta lista:

Alguno a lo mejor está dando golpes al ordenador y llamándome cosas impensables en lenguas que no conoce cuando ha visto este modelo: es un SUV, es coupé y es eficiente. El colmo del oxímoron, una contradicción de chapa y ruedas. Pero se trata de un modelo elegante, cómodo y bastante espacioso. ¿Que no va en curva como un C63 AMG? ¿Alguien se sorprende de esto?

Qué opción es la interesante:

Un híbrido enchufable nos embauca con cifras de consumo ridículas. En todos los sentidos: tanto  por bajas como por irreales. La oficial es de 1,7 litros de gasóleo por cada 100 km, pero un uso real te llevará a la zona de los cinco litros altos, lo que tampoco está nada mal para pesar 2,1 toneladas.