La Mille Miglia de este año acaba de terminar hace pocas horas. Normalmente, los protagonistas de esta mítica carrera italiana son clásicos capaces de dejar boquiabierto a cualquiera. Sin embargo, el que más ha llamado la atención en la Mille Miglia 2019 ha sido un Alfa Romeo Giulia. Pero no ha sido un Alfa Romeo Giulia cualquiera, sino uno de oro. Bueno, al menos la pintura. De todas formas, se trataba de la versión Quadrifoglio del Giulia, uno de los coches deportivos más llamativos de los últimos años... o como mínimo de los que tienen forma de berlina sedán.

Un Alfa Romeo Giulia dorado para celebrar la relación

Este Alfa Romeo Giulia de oro ha sido utilizado por la firma transalpina para subrayar la larga y exitosa relación que tiene con la Mille Miglia. Se trata de una edición especial muy llamativa y cuyo color ha recibido el nombre de Ocre por parte del fabricante. Pero para entendernos, es dorado. Aun así, lo que ha buscado Alfa Romeo con él ha sido evocar al tono naranja de sus modelos de las décadas de los '60 y los '70. De todas formas, si no te gusta llamar mucho la atención, este coche no es para ti, porque entre el sonido de su propulsor y los reflejos del color "Ocre"...

La marca del Biscione suele ser protagonista en este evento, y la Mille Miglia 2019 no ha sido una excepción. En ella se han congregado casi 50 Alfa Romeo clásicos, por los casi 450 vehículos que había en total. Es decir, más o menos un 10% de los automóviles asistentes tenían el sello de Alfa Romeo. El año que viene, ¿con qué irán? ¿Con un Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio en este tono? Eso sí que sería todavía más curioso de ver.

Sin modificaciones mecánicas; ni que le hicieran falta...

Por lo que se ha comentado, los cambios en el motor de este Alfa Giulia Quadrifoglio dorado son inexistentes. Pero tampoco es algo que le haga mucha falta precisamente. Cabe recordar que la versión más radical de esta berlina italiana monta en su vano motor un propulsor de gasolina que entrega 510 CV de potencia y 600 Nm de par motor máximo. Se trata de un bloque de 2.9 litros con seis cilindros en disposición de V y dos turbos con el que es capaz de superar los 300 km/h de velocidad punta y de alcanzar los 100 km/h desde parado en menos de 4 segundos. ¿De verdad hace falta una vuelta de tuerca más?