Aparece un GP2 circulando por una autopista de la República Checa

Misterioso Dallara GP2 en una autopista de la República Checa

Gustavo López Sirvent

No es la primera vez que este atrevido piloto circula por una autopista

Si eres como nosotros, es posible que hayas soñado con cómo sería conducir por la calle un coche de carreras de un solo asiento y ruedas abiertas. Hay gente que hace sus sueños realidad. Un piloto misterioso en la República Checa ha hecho exactamente eso, conducir en una vía pública un monoplaza de GP2.

El sitio web checo idnes.cz y el usuario de Twitter MigueluVE compartieron en línea imágenes de las payasadas del conductor que fueron filmadas por pasajeros de otros vehículos. El coche de GP2 es un Dallara GP2/08 y, obviamente, no es legal en carretera. Además, la serie GP2 (ahora Fórmula 2) duró solo tres años con el GP2/08.

Evidentemente, eso no impidió que el propietario del automóvil se pusiera el traje de carreras, se colocara un casco y se pusiera al volante del automóvil para conducir.

Road & Track informa que esta no es la primera vez que se ve al propietario del automóvil conduciendo en la vía pública. De hecho, aparentemente esto es algo que ha estado haciendo desde 2019. En ese entonces, la policía le pidió al público que ayudara a localizar al conductor, pero parece que nunca fue identificado.

Lo que hace que el vídeo sea particularmente extraño es lo normal que se muestra en un hábitat tan poco habitual para él. Parece conducir al límite de velocidad, dentro de su carril, y con todo el respeto que uno puede mantener al conducir un monoplaza de carreras en plena carretera. 

Está decorado como un coche de F1 de Ferrari, concretamente un F2004 como el que pilotó Michael Schumacher en 2004 y con el que consiguió su séptimo título mundial. De hecho, se cree que el número 7 que luce el coche es una referencia a los siete campeonatos conseguidos por el alemán, ya que entre 1990 y 2009 ningún piloto de Ferrari lució este dorsal.

Dallara construyó el GP2/08 entre 2008 y 2010. Está propulsado por un Renault V8 de 4.0 litros de aspiración natural que suena muy similar a un motor de Fórmula 1. El automóvil es capaz de desarrollar más de 608 CV y, junto con el V8, hay una transmisión semiautomática secuencial Hewland de seis velocidades que envía su potencia a las ruedas traseras. 

Eso es más que suficiente para un vehículo que pesa sólo 688 kg y que se le ve tan cómodo sobre la carretera, a pesar de no ser legal.