La apuesta de Seat por el coche eléctrico, clave en la negociación del nuevo convenio de Martorell

seat coche electrico

El vehículo eléctrico puede reducir hasta un 30% la carga de trabajo en comparación con uno de combustión. Por eso Seat busca medidas para mantener la carga de trabajo

Dicen que el coche eléctrico es el futuro, pero la movilidad eléctrica supondrá hacer algunas concesiones que afectarán, entre otros aspectos, a la empleabilidad en España. Una de las marcas que quiere apostar por el coche eléctrico es Seat y por eso está es la clave en la negociación del nuevo convenio de Martorell. 

Varios estudios afirman que la fabricación de eléctricos supone un 30% menos de trabajo que ensamblar un coche con motor de combustión interna. Por ello, desde Seat consideran prioritario que se les asigne la fabricación de un modelo así como de componentes eléctricos de gran volumen que mantenga ese empleo. Para ello también sería importante disponer de una planta de baterías eléctricas cercana.

Las dudas sobre si la electrificación permitirá mantener los niveles de empleo actuales generan incertidumbre entre los trabajadores de Seat. Según esos estudios, el coche eléctrico supondrá la pérdida de 29.000 empleos en el sector automovilístico español y obligará a reciclarse a otros 165.000 trabajadores a finales de esta década.

Por ello, los propios sindicatos mostraron su preocupación a la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En un comunicado conjunto, CCOO y UGT consideran prioritario que se asigne a Martorell la fabricación del motor eléctrico del 'Smart BEV' (vehículo eléctrico pequeño), coche que se ensamblará en la planta de VW en Landaben (Pamplona).

Volkswagen pretendía producir 500.000 eléctricos

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Representantes sindicales y la dirección de la compañía iniciaron la semana pasada las negociaciones del nuevo convenio colectivo con la incertidumbre de si el Grupo Volkswagen mantendrá los 500.000 coches eléctricos que pretendía mandar a sus fábricas.

Esta decisión parecía asegurada hace unos meses, pero en la actualidad es más bien una duda. Esto se debe a la distancia en cuanto a las ventas de coches eléctricos en el mercado español respecto al europeo, y la lentitud de la puesta en marcha del PERTE del vehículo eléctrico (los planes para hacer uso de los fondos europeos en sectores estratégicos).

La fabricación de un vehículo eléctrico supone hasta un 30% menos de trabajo que la producción de uno con motor térmico. Por lo tanto, las 500.000 unidades al año que promete Volkswagen para las fábricas de Seat, equivaldrían a la carga de trabajo de 350.000 vehículos con motor de combustión. Tan solo en 2020 (pandemia incluida), Seat ensambló 500.000 unidades.

Aunque desde Seat tratan de calmar las dudas de sus trabajadores asegurando que la transición al coche eléctrico no supondrá la pérdida de puestos de trabajo, sí anuncian que será necesario formar a trabajadores para que asuman nuevas funciones.

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Esto dependerá, por supuesto, de la decisión final de Volkswagen de instalar finalmente en España la planta de baterías para vehículos eléctricos. Esta fábrica se encargaría de la producción de baterías para el sur de Europa y debería implantarse en Extremadura, Aragón o Valencia, según informan desde Business Insider.

Sin embargo, a España le ha salido un competidor por esta fábrica de baterías: la planta de Audi en Gyor (Hungría). Esta factoría parece ser una alternativa para el Grupo Volkswagen, a pesar de que tiene previsto fabricar en exclusiva un coche eléctrico pequeño en las plantas de Seat Martorell y Volkswagen Pamplona a partir de 2025.