La Dirección General utiliza tres tipos de radares para vigilar que se respetan los límites de velocidad en carretera. Junto a los radares fijos y lo radares móviles, Tráfico cada vez confía más en los radares de tramo que miden la velocidad en función del tiempo que tarda un coche en pasar entre dos puntos. 

Radares de tramo: los radares que miden el tiempo

Mientras los radares fijos y móviles registran la velocidad a la que circula un vehículo en un punto determinado (lo de fijos y móviles depende de su ubicación varía o no), los radares de tramo se basan en una fórmula matemática que calcula la velocidad a la que circulan los vehículos en el tramo comprendido entre dos puntos.

La siguiente infografía elaborada por la DGT muestra cómo funcionan los radares de tramo:

Los radares de tramo constan de dos cámaras de visión artificial infrarrojas situadas una al comienzo y otra al final de cada unos de los carriles del tramo que controlan. Estas cámaras graban la matrícula de los vehículos que pasan por el punto inicial y vuelven a captarlos cuando rebasan el punto final, calculando un ordenador el tiempo que ha tardado en recorrer la distancia controlada y su velocidad media. Cuando se detecta que la velocidad ha sido superior a la permitida el sistema remite las fotografías (de entrada y salida) al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT, en León, para que tramite la denuncia y se la remita por correo al titular del vehículo a fin de que identifique al conductor infractor. 

Un ejemplo. un túnel con una longitud entre el punto A de control de entrada y el punto B de control de salida de 4 km y límite de velocidad máxima de 90 km/h. El tiempo para pasar el tramo a esa velocidad es de poco más de dos minutos y medio. Los vehículos que tarden menos de esos dos minutos y medio en superar el punto B de control habrán superado el límite de velocidad y serán sancionados.

Los radares de tramo deben aplicar un margen de error del 10%, igual que los radares Pegasus (los que montan los helicópteros de Tráfico). Es el porcentaje más elevado ya que los radares fijos tienen que aplicar un 5% y los radares móviles, un 7%.

Las multas de los radares de tramo

Las multas que ponen los radares de tramo son las mismas que los fijos o móviles. 

La cuantía depende, por tanto, de por cuánto se supere la cifra legal permitida en cada tramo de vía:

El radar de tramo con mayor recaudación en 2019 ha sido el de la AP-6, en Madrid (km. 49.200). Con 4,46 millones de euros, ocupa el sexto lugar en el listado general. Otro de los  más productivos es el radar de tramo de la N-630, en León, entre los puntos kilométricos 132 y 137. En sus primeros meses de funcionamiento, este cinemómetro ha estado poniendo más de 70 multas al día. 

El radar de tramo más largo de España no es de la DGT

El radar de tramo más largo de España cubre 19 kilómetros. El punto de control está situado en la N-I, concretamente entre las localidades guipuzcoanas de Ordizia e Irura en sentido San Sebastián, donde el límite de velocidad es 100 km/h. No pertenece, por tanto, a la Dirección General de Tráfico que no tiene competencias en el País Vasco. En este tramo, la velocidad máxima está limitada a 100 km/h.