Audi Q7 de segunda mano o BMW X5, ¿cuál interesa más?

BMW X5 xDrive40i

Hay que elegir con cuidado

Si quieres un SUV de lujo por un precio más asequible, es probable que te hayas visto buscando en internet distintos modelos a la venta con algunos kilómetros. Opciones como un Audi Q7 de segunda mano pueden ser interesantes, pero hay que saber qué coche elegir y nunca debemos olvidar los rivales de otras marcas, que pueden ser otra alternativa que tener en cuenta. 

En el caso del Audi, el BMW X5 es un gran contrincante desde hace años, pero ¿cuál debemos comprar de segunda mano?

Audi Q7

Audi Q7 60 eTFSI

En el caso del modelo de Ingolstadt, se pueden encontrar a la venta numerosas unidades con precios que llegan incluso a bajar de los 10.000 euros en los de primera generación. Eso sí, estamos hablando de Audi Q7 de segunda mano de los años 2006 o 2007, con más de 200.000 o incluso 300.000 kilómetros.

Para las unidades más recientes, especialmente las situadas en torno a los años 2015 y 2017, los precios de venta se sitúan fácilmente en torno a los 30.000 y 40.000 euros. No obstante, se trata de ejemplares con menos de 200.000 km y con un equipamiento que aún es completo para los estándares actuales.

BMW X5

BMW X5 xDrive30d

En el caso del SUV de BMW, su mayor antigüedad hace que se encuentre por un precio mucho más bajo que el Audi en aquellos de primera generación. Por 5.000 euros o menos, puedes hacerte con uno, pero hay que tener en cuenta que esos primeros modelos pueden remontarse al año 1999, cuando fue lanzado.

Para variantes más modernas, es posible encontrar ejemplares del 2010 por unos 15.000 euros, mientras que los fabricados a partir del 2015 superan los 30.000 euros

¿Cuál elegir?

Al final, los gustos y necesidades de cada uno inclinarán la balanza hacia una u otra opción, ya que ambos modelos mostrados aquí son dos grandes SUV con muchas virtudes entre sí y varios puntos en común. Si quieres un Q7 de segunda mano, así como un X5, por el menor precio posible, no será tarea difícil encontrarlo. Eso sí, hay que tener en cuenta algunos detalles.

Para empezar, hay que saber que el mantenimiento de estos coches suele ser costoso. Además, si a esto le añadimos que las unidades más baratas suelen ser las peor cuidadas, más antiguas o con mayor kilometraje, es probable que lo que inicialmente era barato, termine saliendo caro. 

Por ello, siempre hay que comprobar que el coche que compremos esté en buenas condiciones: con mantenimiento al día, sin índices de óxido o corrosión, sin indicios de que haya sufrido un accidente... Aun así, es posible que te merezca la pena gastar algo más de dinero en un ejemplar más moderno y con un kilometraje más razonable. Además, acudir a vendedores especializados que aporten más garantías puede ser de ayuda para evitar futuros quebraderos de cabeza.