BMW podría dejar de fabricar Mini y Rolls-Royce en suelo británico

MINI 2018
El Brexit podría llevarse por delante a dos grandes emblemas patrios.

Mini y Rolls-Royce son emblemas de la industria del motor en Reino Unido. Si se plantea un Brexit duro, con problemas importantes de logística, BMW no tendría más remedio que llevar la producción de Mini y Rolls-Royce fuera de Reino Unido, probablemente a plantas de la marca en Alemania. Sin duda, un jarro de agua fría para el corazón de todos los británicos, que verían definitivamente perder a dos de las marcas de coches nuevos más importantes de la historia. 

En Reino Unido hay un sentimiento de declive de su industria del automóvil. Bentley, Rolls-Royce y Mini pertenecen a Volkswagen y BMW respectivamente, Jaguar y Land Rover pertenecen a Tata Motors, con sede en la India, mientras que MG u otras marcas importantes han ido desapareciendo con el paso de los años. No obstante, muchas de estas marcas siguen fabricando en territorio británico, algo que con el Brexit podría cambiar drásticamente.

¿Por qué? Es evidente que un extra de aranceles sería una losa demasiado importante para según qué productos. Prácticamente cualquier modelo de las marcas anteriormente mencionadas venden más en la Unión Europea que en el Reino Unido, por lo que es probable que la producción pudiese cambiar de país para evitar el extra de aranceles. Quizás no sería un cambio radical, pero a buen seguro habría cambios importantes en la materia, que se podrían reflejar en despidos y en una clara pérdida de riqueza.

No obstante, en BMW van más allá. Stephan Freismuth, uno de los responsables de logística de la marca, comentaba lo siguiente: “Nosotros siempre decimos que haremos todo lo posible para preparar todo para que el Brexit afecte lo mínimo, pero si finalmente la cadena de producción debe parar por una falta de agilidad en nuestro sistema de montaje ‘just-in-time’, no tendremos más remedio que producir fuera de Reino Unido.”

No puede ser más claro: no es solo una cuestión de aranceles, hay que pensar que tanto los Mini como los Rolls-Royce reciben el 90% de sus partes de territorio europeo. En Reino Unido solamente tiene lugar el montaje final: plantar muros en la frontera podría ralentizar y entorpecer el sistema de producción de estos coches, por lo que no quedaría más remedio que ensamblar estos coches dentro de la Unión Europea, probablemente cerca de donde se encuentran los principales centros de producción de otras piezas de los coches, para agilizar la producción. “Cada día con la línea de montaje interrumpida supondría enormes pérdidas económicas que BMW no se puede permitir.”

Por activa y por pasiva: BMW ha asegurado que quiere mantener la producción de Mini y Rolls-Royce en Reino Unido, no obstante, un Brexit complicado, con trabas y obstáculos en la frontera a la libre circulación de bienes sería algo fatal para poder mantener una producción eficiente. Eso sin contar con el extra de aranceles. ¡En menudo jardín se han metido los británicos!