BMW X5 Le Mans: el primer SUV deportivo... ¡con 700 CV!

BMW X5 Le Mans
Asaltar Nürburgring con un SUV es una estupidez, decían. Decían.

El BMW X5 Le Mans es la prueba de que la locura de poner sobre el asfalto un SUV de carácter deportivo no es precisamente nueva. ¿Te parecen brutales los 650 CV del Lamborghini Urus? Pues imagina tener bajo el capó un bloque de 700 procedente de un monstruo de las 24 Horas de Le Mans y lanzarte a intentar hacer el mejor registro posible en el Infierno Verde. En el año 2000. Oh, sí. 

Aunque hoy en día nos pueda parecer imposible por culpa de la cada día más profunda conciencia ecológica de todas las marcas de coches, hubo un tiempo en el que éstas se atrevían a perpetrar auténticas monstruosidades con el objetivo de probar su tecnología, rendir un homenaje a su propia Historia... o echarse unas risas. ¿Recuerdas los automóviles más locos que llegaron a venderse de los que te hablé hace tiempo? Hoy te contaré los detalles de uno de los artefactos más salvajes ideados nunca por BMW que, eso sí, nunca llegó a los concesionarios. Lo cual debería producirte una gran tristeza, sí. 

BMW X5 Le Mans: la mejor celebración posible para una victoria en La Sarthe

BMW V12 LMR

Corría el año 1999 y los muniqueses lograron, por fin, hacerse con una ansiada victoria en una de las citas más míticas del universo del automovilismo. A lomos del espectacular BMW V12 LMR el trío formado por Pierluigi Martini, Yannick Dalmas y Joachin Winkelhock escaló al peldaño más alto del podio de Le Mans... y darían una de las ideas más brillantes a los desarrolladores de sus modelos de producción para crear un concept car absolutamente impresionante: el BMW X5 Le Mans. 

El juguetito estaba creado sobre la plataforma original del BMW X5 a la que, como ya te habrás imaginado, hubo que darle algo de cariño: la altura de la suspensión fue rebajada en 30 milímetros, la configuración de los amortiguadores se endureció para garantizar un mejor comportamiento en curva y el interior fue sometido a una estricta dieta de adelgazamiento en la que le fueron retirados todos los elementos innecesarios... como los asientos originales. Sustituidos por cuatro baquet de competición. ¿El objetivo? Sacarle todo el jugo posible al mismo bloque V12 de seis litros que montaba el ganador de las 24 Horas del año anterior. Sin la limitación de potencia a la que era sometido para asegurar su fiabilidad, que daba como resultado un total de 700 CV con 720 Nm de par máximo. Deja de frotarte los ojos. Va en serio. 

A nivel estético pocos cambios había con respecto al modelo de serie, delatándose a sí mismo por culpa de sus llantas de 20 pulgadas, su nuevo capó pensado para mejorar el flujo de aire al vano motor y el nuevo paragolpes trasero con una doble salida de escape central. Un traje muy discreto para este cohete capaz de acelerar de 0 a 100 en sólo 4,7 segundos... con una velocidad punta de 278 km/h. Sé que te parece una barbaridad -un Porsche 718 Boxster actual necesita 5,1 segundos para la misma prueba de aceleración-, pero aún no has leído nada. Te lo prometo. 

El día en que un BMW X5 Le Mans asaltó Nordschleife

Para rizar aún más el rizo de su locura, el equipo que capitaneó el desarrollo del BMW X5 Le Mans creyó conveniente tratar de firmar una hazaña que, a día de hoy, se plantean hasta los responsables de la puesta a punto de un maldito Dacia: hacer un vueltón a Nürburgring para demostrar el potencial del coche. El encargado de colocarse tras la rosca fue el bueno de Hans-Joachim Stuck que, como era de esperar, fue capaz de parar el cronómetro en un tiempo impresionante: sólo 7 minutos y 49,9 segundos. ¿Necesitas una referencia para valorar su hazaña? Es una décima mejor que el logrado por el M3 CSL tres años después en la misma pista. Sí. 

Echas de menos aquellos tiempos, ¿eh? Todo ocurrió hace 18 años. Para que veas lo mayor que te estás haciendo. ¡Ay!

¿Te gustan los BMW? Aquí tienes todos sus modelos.