Hace unos años, conocimos dos peculiares coches eléctricos que captaron nuestra atención. Primero llegó el Bollinger B1, un SUV de apariencia simple que prometía buenas prestaciones; y después se le unió el B2, que presentaba una carrocería de estilo pickup. Sin embargo, tras años de desarrollo, finalmente no serán producidos.

La propuesta de la marca eran dos coches enfocados al off-road que iban a contar con más de 600 CV y cuyo precio iba a situarse en torno a unos 125.000 dólares -unos 110.000 euros al cambio-. Sin embargo, diversas razones han hecho que estos proyectos hayan tenido que ser cancelados por la compañía, que ha compartido un comunicado de Robert Bollinger, su fundador.

En él, menciona: “comenzamos en 2015 con el sueño de hacer las mejores camionetas del planeta”. De esta forma, detalla que “los B1 y B2 con tracción total y capacidad todoterreno son potentes, innovadores y diferentes. Hemos dedicado innumerables horas de arduo trabajo y pasión para hacer algo de lo que todos estamos muy orgullosos”.

Nuevo rumbo: camiones y flotas comerciales

En cualquier caso, reconoce que no pueden continuar su desarrollo y apunta a un nuevo objetivo: “Hoy estamos posponiendo su desarrollo y cambiando nuestro enfoque a camiones y flotas comerciales”, comenta Bollinger. 

Según señala el fundador de la marca en este documento, de esta manera podrán “continuar con el desarrollo de nuestra tecnología y tener un impacto real en el futuro verde de la automoción”, sin llegar a desaparecer del panorama automovilístico. 

Así, los planes de fabricar los Bollinger B1 y B2 han llegado a su fin y el rumbo de la marca cambiará drásticamente a partir de ahora. Eso sí, cierran su anuncio agradeciendo el apoyo recibido durante todo este tiempo. Ahora, habrá que esperar al resultado de sus nuevas creaciones, aunque no vayan a llamar tanto la atención y su público sea muy distinto.