Brabus 930: la diosa Nike que se esconde bajo un Mercedes AMG GT 63 SE Performance

Brabus Mercedes AMG GT 63 S E Performance

Gustavo López Sirvent

Este coupé híbrido enchufable cuenta con un motor combinado que eroga 930 CV

Cuando Klaus Brackmann y Bodo Buschmann fundaron Brabus en 1977 sus modificaciones de Mercedes en aquel entonces eran potentes, pero a buen seguro que no habrían soñado con modificar un  Mercedes-AMG GT 63 S E Performance que al igual que el nombre femenino del coche, se podría identificar con la diosa Nike (divinidad de  la velocidad, la fuerza y la victoria en mitología griega).

Esta bravuconada de coupé quiere ir más allá que todas sus anteriores producciones. Ha elegido para modificar el primer híbrido enchufable de Mercedes-AMG. La magia también se puede llevar a los PHEV como ha demostrado el preparador alemán, ya que con su varita ha conseguido equipar a esta bestia con 843 CV de potencia.

La muestra de su espectacular poderío es que ha superado a los Brabus más salvajes, como por ejemplo el Brabus 900 GLE Coupe Rocket Edition o el Brabus G900 Superblack. Si nos ceñimos al modelo primigenio del AMG GT 63 S E Performance, diremos que también lo ha sobrepasado a todos los niveles. 

El escalafón más notorio es el de su mecánica. La inyección de potencia ha variado la mecánica V8 de 4.0 litros del AMG. Se ha añadido dos turbos de alto rendimiento, a la vez que se le suman casi 90 CV más gracias al módulo electrónico BRABUS PowerXtra. 

Con lo anteriormente mecionado ya sube su potencia a 726 CV y 1.000 Nm. Si lo combinamos con el  propulsor eléctrico trasero de 150 kW (204 CV) la calculadora de Brabus nos entrega 930 CV, que ya viene agregada a su nomenclatura. Además, también hay una mejora en el par total, que sube a los 1.550 Nm por los 1.470 Nm que tiene el modelo original.

A pesar de casi mantener el peso del coche de serie (cerca de las 2,4 toneladas) su aceleración de 0 a 100 km/h es de tan sólo 2,8 segundos, que viene siendo una décima menos que el Mercedes-AMG GT 63 S E Performance. La velocidad máxima está limitada electrónicamente y llega hasta los 316 km/h. Ni tan mal...

La totalidad de esta barbaridad de vehículo tiene otros elementos brillantes como un escape deportivo de Brabus, en acero inoxidable con cuatro salidas de escape redondas en titanio (con un diámetro de 90 mm). Éste dispone de válvulas de mariposa. Con este escape se puede configurar su sonido desde la cabina: en Coming Home mantiene la discreción y en Sport se siente el bramido del V8.

Por si te parece poco y quieres más, podrás implementar la suspensión neumática Brabus Airmatic Sport, que lo acerca al suelo hasta 20 mm respecto al modelo de serie.

La fibra de carbono es otra de las grandes protagonistas de este bárbaro llamado Brabus 930. Gracias a ella se le agregan componentes aerodinámicos. De igual manera, va a tener aperturas frontales más generosas, una parrilla ajustada o un labio delantero de mayores dimensiones. Pero el preparador alemán no se confroma con nada y adiciona un nuevo difusor y un alerón trasero redefinido.

Todo ello se adereza con unas llantas delanteras de 21 pulgadas y traseras de 22 pulgadas.

Una vez dentro se abre el campo para el lujo y la suntuosidad con una gran moldura de carbono en el túnel central que se suma a la ya existente del de producción. El logo del volante, las salidas de aire, o los altavoces, entre otros elementos pueden ir coloreados, así como los pedales de aluminio. A esto ponle más condimentos como la tapicería en piel perforada y microfibra. 

El precio de este Brabus en su país de origen, Alemania es de 323.435 euros antes de impuestos. Pero si ya tienes el coupé híbrido enchufable de AMG tendrás que instalar los 'juguetitos' del modificador. Teniendo en cuenta que el coche de producción vale unos 240.000 euros, te tocará desembolsar unos  unos 'asequibles' 90.000 euros.