Bruselas lo tiene claro: ni coches diésel ni gasolina

Coche de Google
El futuro es éste. Llora.

Sabíamos que este día llegaría, así que ahora tampoco es cuestión de echarse las manos a la cabeza… pero eso no significa que sea menos doloroso: la Unión Europea no sólo quiere que los coches diésel (aquí tienes cinco mentiras sobre los propulsores de gasóleo y la contaminación) se esfumen de las carreteras; también pretende erradicar los de gasolina. WTF?

Así lo asegura El País; al parecer, la comisaria de Industria, Elzbieta Bienkowska, ha advertido que “los motores de combustión desaparecerán mucho más rápido de lo que todos esperamos”. Bruselas desea que Europa siga el ritmo en la revolución que vive la automoción y ha dicho a los estados integrantes que ese futuro que se acerca a pasos agigantados puede dejar secuelas impensables hace unos años.

“Si el sector quiere ser competitivo a largo plazo, ha de adaptarse a los cambios”, afirma, poniendo como ejemplo la transición del móvil ‘tradicional’ al smartphone. El cambio hacia el coche eléctrico supone una revolución enorme y afecta a proveedores de materiales, fabricantes de piezas o concesionarios. El informe publicado ayer por el grupo de alto nivel creado por la Comisión Europea para anticiparse a estas modificaciones señala cuáles serán los mayores campos de batalla: la lucha de las marcas europeas por encontrar un hueco en China e India y la carrera por tener la mejor tecnología eléctrica y autónoma. Ya te dije que el panorama era poco alentador.

Gasolina, diésel, híbrido o eléctrico: qué comprar ante las restricciones medioambientales.

Pero se veía venir. El Acuerdo de París contra el cambio climático establece que los integrantes de la UE reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80 y un 95% en 2050, así que la inversión en vehículos ‘limpios’ ha pasado de tener tintes medioambientales a ser una cuestión de competitividad. “Si China introduce una cuota del 10% de coches eléctricos (algo que acaba de hacer), las empresas europeas no pueden invertir únicamente en mejorar los motores de combustión”, asegura Bienkowska.

De momento, Bruselas no es partidaria de dichas cuotas o de prohibir tecnologías diésel, con el fin de no penalizar a los usuarios y compradores de este tipo de automóviles, pero las limitaciones crecen día tras día (y no hablamos de ir a 70 km/h en la M-30, precisamente). Noruega y Holanda los erradicarán completamente en 2015 e India lo hará en 2030. Una década más tarde, Francia y Reino Unido sólo venderán híbridos o eléctricos.

Mientras tanto, nadie parece preocuparse por mejorar y ampliar la red de puntos de recarga, fundamental para que esta industria avance, o de fabricar vehículos con cero emisiones con los que realmente puedas viajar; es decir, que tengan una autonomía decente y que ofrezcan prestaciones suficientes para afrontar el recorrido con solvencia. Están en juego una parte importante de la industria automovilística europea, incluidos el sector de los vehículos agrícolas diésel, tractores entre otros, que da empleo a 12 millones de personas… y las emociones que desean los petrolheads como tú.