Citroën Ami 6: 60 años de la berlina con el diseño imposible

Citroën Ami 6

Un coche que rompía con lo establecido

En el automovilismo, el diseño es una parte muy importante de cada coche, llegando a ser un factor decisivo para los posibles compradores y en ocasión la razón por la que determinados modelos siguen siendo recordados durante años. Eso Citroën lo sabe bien, con coches emblemáticos como el DS, apodado ‘Tiburón’, en los que su silueta se ha convertido en un rasgo absolutamente diferenciador.

Recientemente, el fabricante francés ha vuelto a llamar la atención con el aspecto de uno de los modelos que próximamente llegarán al mercado: el C5 X. Sin duda, es un coche que no ha pasado en absoluto desapercibido, pero los diseños llamativos de la marca gala no son cosa de ahora, sino que ya dejaban boquiabiertos a muchos varias décadas atrás. Uno de esos coches ‘rompemoldes’ del pasado fue el Citroën Ami 6, que ahora cumple 60 años.

Lanzado al mercado en 1961, no pretendía sustituir al 2 CV, pero también logró una gran aceptación en el mercado por cuestiones como su habitabilidad y su característica silueta. Sus rasgos diferenciadores eran tanto la luneta trasera invertida como la ‘línea Z’ de la parte posterior, lo que le hizo destacar notablemente en el sector. Se fabricaron más de un millón de unidades, siendo más de la mitad de ellas en la variante Break, lanzada en 1964.

Llamativo pero práctico

Flaminio Bertoni fue el artífice de aquel diseño tan rompedor. Tras crear con el equipo de diseño de Citroën el Traction Avant, el 2 CV y el DS, el italiano recibió el encargo de dibujar las líneas de un coche de gama media bautizado como Proyecto AM. No hubo interferencias en el proceso de diseño y eso permitió que naciera el Ami 6 tal y como lo conocemos. Su diseño era peculiar, pero también tenía una utilidad en aspectos como la luneta trasera invertida. Se mantenía limpia cuando llovía, permitía conservar un buen volumen de carga en el maletero y facilitaba una buena habitabilidad trasera.

El exterior era absolutamente exclusivo del Ami 6, con sus grandes faros rectangulares, su capó curvado en la zona central, el techo de estilo pagoda y las marcadas líneas de sus laterales. No obstante, el interior se inspiraba en otros modelos de la marca como el lujoso DS en elementos como el volante monobrazo, los tiradores de las puertas, los mandos e incluso los asientos. Por otra parte, en lo que respecta a su mecánica se utilizó un motor bicilíndrico de 602 c.c. extrapolado a partir del que montaba el 2 CV.

Todas las piezas de este puzzle dieron como resultado un coche con buena habitabilidad y un agradable comportamiento en carretera, caracterizado por su agarre y suavidad. Esto fue posible en parte gracias a la suspensión heredada del 2 CV, y aquel éxito propició la creación de nuevas versiones como las Club, de cuatro faros redondos, y la Break. Esta última contaba con 320 kg de carga útil y era un modelo muy polivalente, ya que contaba con grandes virtudes para su uso comercial o para las familias que necesitaban un mayor espacio. No por nada, terminó siendo el coche más vendido en Francia en 1966.

La producción finalizó en 1969 en el caso de la berlina, y seis meses después en el caso de la variante Break. El Ami 8 fue su sustituto, aunque este no contaba con la luneta invertida. 

En España, el Ami 6 solo fue comercializado en las Islas Canarias y el Break fue fabricado en la planta de Vigo bajo el nombre de Citroën 3 CV Break. Posteriormente se llamaría Dynam y bajo el capó montaría el motor más potente del Citroën C8 -denominado Ami 8 en Francia-.