¿El Corvette más caro? Se vende uno de los dos Chevrolet Corvette Stingray ZL-1 de 1969

Chevrolet Corvette Stingray ZL-1 de 1969

¿Pagarías casi 3 millones de euros por un Corvette de los años 60? ¿Y si se trata del único del mundo con esta configuración?

Es posible que pienses que este es un Chevrolet Corvette más, pero lo cierto es que podría tratarse de uno de los ejemplares más caros del planeta. Se trata del único Corvette Stingray ZL-1 descapotable de 1969, que va a ser subastado a finales de este mes por RM Sotheby’s.

Para conocer la historia de este modelo y descubrir su importancia, hay que viajar a los años 60. Entonces, Chevrolet diseñó el motor ZL-1, que era una versión mejorada del V8 big-block L88. Con cambios como unos pistones mejores, un nuevo cigüeñal y un árbol de levas diferente, se logró alcanzar 430 CV, aunque pruebas posteriores hablaban de 560 CV.

Esta cifra llama la atención ahora y, a finales de la década de 1960, era increíble. De hecho, eso convirtió a este motor en el más potente que General Motors había fabricado hasta la fecha, por lo que era un propulsor espectacular. Eso sí, no se ideó para llegar a los coches de producción, sino que estaba enfocado a la competición.

Aun así, hacerse con él en un Corvette no era imposible, si bien era muy caro. Primero había que seleccionar el paquete opcional del motor V8 L88, el cual costaba 1.032 dólares. Así, posteriormente se podía añadir el paquete ZL-1, que mejoraba el motor y añadía elementos como unos frenos y suspensión mejorados.

Por otra parte, este paquete eliminaba otros elementos como la radio, la calefacción, el aire acondicionado, las ventanillas eléctricas y la dirección asistida. Todo, para enfocar el coche al rendimiento, aunque esto costaba 3.000 dólares adicionales. En total, el sobrecoste era de 4.718 dólares, lo que superaba el precio total de un Corvette convencional por aquel entonces.

Por esto, no cualquiera podía comprar un Corvette ZL-1 y realmente era posible en pedidos especiales, de manera que solo se vendieron dos. Uno tenía techo duro y el otro era este descapotable de color Monaco Orange. Fue comprado el 30 de diciembre de 1968 por John W. Maher, quien lo cambió por su unidad de 1968 con motor L88, que estaba nuevo entonces.

¿Por qué hacer este cambio? En el verano de aquel año, su amigo Don Yenko le habló de un motor experimental de aluminio enfocado a la competición para el Corvette de 1969. En principio, este bloque podía ir asociado a la transmisión automática M40, de manera que el coche que lo llevara podía sorprender en carreras de aceleración y otras competiciones. Y vaya si lo hizo...

Tras comprar el coche, no sin antes haber pasado por un complicado papeleo, Maher se dedicó a competir con él y logró buenos resultados. Durante años, el coche corrió en tramos, eventos de Autocross y carreras drag o de aceleración en el estado de Pensilvania. Así, sus victorias y su cambio automático hicieron que su dueño le apodara el “Ganador Automático”.

Sin duda, este Chevrolet Corvette ZL-1 de 1969 hizo lo que mejor sabía hacer, aunque posteriormente estuvo guardado durante años. De hecho, no fue hasta 1989 cuando se empezó a trabajar en él de nuevo, con la idea de restaurarlo para volver a correr con él. Así, de nuevo el coche apareció en exposiciones y en carreras, con Maher al volante.

Así, el dueño original estuvo con este deportivo americano durante décadas, hasta que lo vendió en 2007 a su actual vendedor. Desde entonces, el coche ha sido puesto a punto en todos los sentidos y está tal y como salió de la fábrica, estando prácticamente en estado original. Lo único que no ha aguantado el paso de los años es el motor ZL-1, que reventó por su uso en las carreras.

Chevrolet Corvette Stingray ZL-1 de 1969

RM Sotheby's

Aun así, en su lugar ahora hay otro propulsor idéntico, fabricado en la misma época y lugar que el original. Por lo tanto, realmente es como si no hubiera cambiado nada y este sigue siendo uno de los Corvette más exclusivos del planeta. Al fin y al cabo, se trata de una unidad única.

Por ello, en la página de la subasta se estima que este Corvette ZL-1 de 1969 podría alcanzar 3 millones de dólares o unos 2.800.000 euros. Una cifra alta, sí, pero ese es el precio de la exclusividad. Si llegará a ese valor o lo superará lo sabremos a finales de mes, cuando finalmente este descapotable encuentre un nuevo dueño.