Cuando el GP de Brasil de F1 lo ganó un coche en llamas

Texto original de Adam Waddell

Cuando Max Verstappen cruzó la línea de meta en México, la victoria fue clara y contundente, pero ha habido varias ocasiones en la historia d en las que nadie tenía del todo claro quién acababa de ganar la carrera. El Gran Premio de Brasil de 2003 es un ejemplo de ello, en el que el piloto "equivocado" terminó llevándose el trofeo a casa.

Aquella fue la tercera prueba del campeonato y en el día de la carrera hubo lluvias torrenciales en Interlagos que causaron estragos durante toda la tarde. De hecho, la salida se retrasó antes de que las cosas se pusieran en marcha tras del coche de seguridad. En las primeras 50 vueltas hubo 10 abandonos, ocho de ellos por accidentes que provocaron cuatro coches de seguridad.

En la vuelta 52, David Coulthard lideraba cómodamente con su McLaren cuando decidió entrar en boxes. En retrospectiva, tal vez debería haberse quedado fuera, ya que poco después Mark Webber perdió el control de su Jaguar a 240 km/h en la recta. El australiano quedó aturdido pero ileso, sentado en lo que quedaba de su coche.

El coche de seguridad salió rápidamente por quinta vez cuando el Jordan de Giancarlo Fisichella y el McLaren de Kimi Räikkönen se abrían paso entre los restos del Jaguar. Sin embargo, Fernando Alonso no tuvo tanta suerte, ya que su Renault chocó con una de las ruedas de Webber a gran velocidad, provocando su propio accidente. 

En este punto no había más opción que ondear la bandera roja y, con más del 75 por ciento de la distancia de la carrera completada, se declaró un resultado. Aquí es donde las cosas se complicaron, ya que las reglas establecían que el resultado debía basarse en el orden dos vueltas antes de la bandera roja. 

Por esta razón, estando en la vuelta 55, se declaró el resultado en base a la vuelta 53. En ese momento, era Räikkönen el que lideraba. Mientras tanto, el Jordan de Fisichella, que corría en segundo lugar en la vuelta 53, se recalentó mientras seguía al coche de seguridad y estalló en llamas al regresar a boxes. 

Kimi Räikkönen y Giancarlo subieron a los dos primeros cajones del podio, pero el tercer lugar estaba vacío. Y es que a estas alturas Fernando Alonso se encontraba en el hospital para ser atendido por sus lesiones.

Kimi se llevó el trofeo del ganador a casa, pero cinco días después, Eddie Jordan argumentó que su piloto estaba en realidad por diez segundos en su vuelta 56 cuando salió la bandera roja. Por lo tanto, el resultado debería basarse en la clasificación después de 54 vueltas, cuando Fisichella estaba por delante de Raikkonen por 0,9 segundos. 

Así, el piloto de Jordan finalmente obtuvo la victoria y, aunque le estaba destrozando perderse las celebraciones de la que fue su primera victoria, Raikkonen y Ron Dennis le entregaron el trofeo en una ceremonia en el Gran Premio de San Marino, dos semanas después. 

"Estoy contento de haber ganado por fin, pero todavía me molesta que me impidieran celebrarlo en el podio inmediatamente después de mi éxito", dijo Fisichella en ese momento.

Tras esto, el italiano ganó dos Grandes Premios más y todavía hoy compite con un Ferrari en el Campeonato Mundial de Resistencia. Sin embargo, esta fue la última de las 176 victorias de Ford en un Gran Premio, y también la victoria final para Jordan como constructor. 

Dicho esto, después de varios cambios de propietarios y después competir como Racing Point, el que alguna vez fue el equipo Jordan volvió a ganar con Sergio Pérez en Sakhir en 2020.

Pase lo que pase en Interlagos el domingo, solo podemos esperar que salgamos sabiendo quién ha ganado el último encuentro en esta temporada, que es una de las más emocionantes de los últimos tiempos.