La DGT está orgullosa del llamado efecto 90, una medida de tráfico que llevas acatando desde hace meses y que ha reducido considerablemente la siniestralidad en nuestras carreteras.

Quizás no te suene mucho el efecto 90 de la DGT, pero si te decimos que es la medida por la que se redujo de 100 a 90 km/h el límite de velocidad en las carreteras convencionales, ya sabes de lo que te estamos hablando.

La medida estrella de la DGT que entró en vigor el pasado mes de enero cambiaba las reglas al reducir la velocidad de 100 a 90 km/h en las carreteras convencionales, que son aquellas que cuentan con un solo carril por cada sentido de circulación.

Pues bien, a través de Fernando Grande-Marlaska, Ministro de Interior en Funciones y de quien depende la Dirección General de Tráfico, ha ofrecido los primeros datos de siniestralidad en carreteras convencionales entre los meses de julio y agosto, donde han fallecido en nuestras carreteras 220 personas, lo que son 40 fallecidos menos que el año anterior, y eso es gracias al efecto 90.

Estos datos suponen una reducción en la siniestralidad con respecto a 2018:

• 14% menos de accidentes mortales
• 15% menos de fallecidos
• 10 % menos de heridos hospitalizados.
• 23% menos de accidentes en carreteras convencionales

De esta manera, una de las medidas criticadas de la DGT por bajar el límite de velocidad ha demostrado ser mejor de lo que se pensaba, salvando la vida a decenas de personas más en nuestras carreteras durante todo el verano.

Sin embargo hay un punto negativo, y es el de los moteros. De hecho, se han contabilizado 67 motoristas fallecidos durante los meses de verano, que son siete más que el año anterior. Se trata de un colectivo de gran siniestralidad en nuestras carreteras. Según la DGT sufren accidentes fatales principalmente por colisión con otro vehículo.