Así era el Mazda Eunos Cosmo de los 90: un pionero tecnológico con lujo por doquier

Eunos Cosmo JC

Una lástima que no saliera de Japón

Cuando uno habla del Mazda Cosmo, la imagen que suele venir a la mente es la del conocido primer modelo de los años 60, pero lo cierto es que este modelo permaneció en el mercado hasta mediados de los 90 y contó con distintas versiones. Una de las más interesantes es la que os mostramos hoy, la cual supuso el fin de este deportivo a pesar de los avances que ofrecía.

La denominada serie JC del Cosmo empezó a fabricarse en 1990 bajo la marca Eunos de Mazda y su diseño se basó en determinados aspectos en el concept MX-03 de 1985. Jamás llegó a nuestro país, por lo que su enfoque principal era el mercado japonés. Estéticamente rebosaba elegancia, pero no por ello dejaba de ofrecer unas buenas prestaciones.

Y es que su motor fue uno de los factores más llamativos de esta generación. Bajo el capó podía montar un motor de turbo doble 13B-RE, aunque el más aclamado era el 20B, un motor rotativo wankel de tres rotores. Llegaba a ofrecer 300 CV en su variante sobrealimentada, lo que le permitía alcanzar los 255 km/h sin limitaciones, ya que de serie solo podía alcanzar los 180 km/h debido a la normativa del país. Eso sí, todas las versiones del coche se ofrecían con una transmisión automática de 4 velocidades, por lo que no era posible optar a una con cambio manual que proporcionara una mayor diversión al volante.

En cualquier caso, el motor no fue el único aspecto interesante del Mazda Cosmo. Tecnológicamente también era muy avanzado. De hecho, tanto es así que se trata del primer coche de producción en serie en incorporar un sistema de navegación GPS, un elemento que hasta hace pocos años solo ofrecían un número limitado de vehículos. Además de esto, este coupé incluía una pantalla táctil a través de la cual se podían controlar elementos como el GPS, el teléfono, la radio o el climatizador. 

Tal cantidad de tecnología en la primera mitad de los años 90 no era algo común, lo que hizo que el coche no fuese precisamente barato. Esto repercutió en sus ventas y se vendieron 8.875 unidades en Japón. Así terminaría la historia del Cosmo de Mazda, aunque más allá de sus ventas, en cierto modo se podría decir que finalizó por todo lo alto: con un coche elegante, potente y muy adelantado a su tiempo.