España-Portugal: los coches de Cristiano vs los coches de España

España Portugal coches
Ni sumando todos los mejores coches de los jugadores de la roja se puede hacer frente a Cristiano Ronaldo.

España y Portugal han logrado pasar de la fase de grupos y comienzan por separado su camino hacia la final del Mundial de Rusia 2018. ¿Logrará ‘La Roja’ sobreponerse al despido fulminante de Lopetegui y a un De Gea que no se mueve demasiado en la portería? Nosotros no entendemos demasiado de estas cosas y por eso hemos preferido centrar nuestro análisis en cómo podrían salir las cosas si el duelo definitivo se produjera sobre el asfalto: ¿podrían los artefactos de la Selección Española hacer frente a los coches de Cristiano Ronaldo? Que empiece el juego...

No hay duda que el luso es una de las grandes estrellas a nivel mundial. Sí, sobre el césped, pero también lo es sobre el asfalto: sin duda, su colección de coches es de las más interesantes del deporte europeo y mundial. En su garaje podemos encontrar vehículos como el Bugatti Chiron, el Bugatti Veyron, un Ferrari F12tdf, un Lamborghini Aventador, Rolls-Royce Ghost, McLaren MP4-12C y un largo etcétera de Audi espectaculares que ha ido recibiendo año tras año: nunca se conforma con el clásico Audi Q7 que elige buena parte de la plantilla.

La selección española es un fiel reflejo de la cultura de coches en España: no hay ningún jugador que cuente con una colección coches relevante. Sergio Ramos es uno de los jugadores con algo más de cariño por los coches: dejó a todos con la boca abierta cuando llegó al entrenamiento del Real Madrid con un Seat 600 perfectamente restaurado: no puede ser más patriota. También se le ha visto por Madrid rodando con un Porsche 911 Turbo y recientemente disfruta de un Audi R8 V10 Spyder cedido por Audi. No es un gran apasionado pero sí demuestra cierta sensibilidad por los coches.

El otro astro de la zaga española, Gerard Piqué, también tiene algo de sensibilidad por los coches: más de una vez se le ha visto en Barcelona con un Aston Martin DB9 GT pintado completamente en negro. También tiene un Mercedes SL y en alguna ocasión se le ha visto con un Audi R8. El gran referente español, Don Andrés Iniesta: todavía nos tiemblan las piernas al ver a Iniesta bajando de un Bugatti Veyron Grandsport pintado en un espectacular azul pitufo, no obstante, se confirmó que se trataba de un vehículo de alquiler: se dio el capricho tras ganar la Copa del Mundo. ¿Más allá de eso? Poco más.

David Silva se mueve a diario con un Bentley Continental Supersports de color blanco y se rumorea que se acaba de comprar un espectacular Mercedes-AMG GT R (como el de esta prueba), mientras que Thiago Alcántara se suele mover con los Audi que también recibe en el Bayern de Munich. En la delantera encontramos al mayor petrolhead de la selección, gallego, ¡cómo no! Iago Aspas es un amante de las cuatro ruedas y tiene coches bastante interesantes y muy racing: se mueve con un Porsche 911 GT3 RS, un Audi R8, un Lamborghini Gallardo Superleggeera o una de las diez unidades que llegarán a España del nuevo BMW M3 CS, ¡un crack!

El resto de la delantera es mucho más floja: a Diego Costa se le veía con un Mercedes-AMG GT en su paso por Inglaterra, mientras que en España se suele mover en un Range Rover: a Rodrigo Moreno no se le conoce ningún coche interesante en su garaje. Pocos más referentes sobre cuatro ruedas encontramos en la selección española: Koke suele acudir a los entrenamientos del Atlético de Madrid en un Nissan GT-R con escapes cambiados, David De Gea hace lo propio con un Audi RS5 de primera generación y poco más hay que rascar. ¡Qué pena de nivel de coches!

En este caso, la selección española es un fiel reflejo de la cultura de coches del país: más bien escasa. Pese a tener todo el dinero del mundo, prefieren gastarlo en otras cosas antes que en espectaculares deportivos. En este enfrentamiento, no tenemos nada que hacer contra Portugal: solamente Cristiano nos humilla de mala manera. Probablemente, si siguiésemos comparando con el resto de jugadores portugueses, habría alguna que otra sorpresa. ¡Esperemos que sobre el terreno de juego el resultado sea muy diferente!