Si ya has visto la foto que acompaña esta noticia o le has dado al play del vídeo como un desesperado, sin leer ni una sola línea… bien, has comprobado que estás ante el cobertizo más rápido del mundo. Nos lo muestran nuestros amigos de Carbuzz, quienes nos cuentan la bonita historia de Kevin Nicks, un jardinero británico enamorado de estas casetas. Y cuando cayó en sus manos un Volkswagen Passat casi destrozado, ató cabos, pensando que podría darle una segunda oportunidad.

Nicks es un tipo bastante mañoso, así que logró este resultado: el cobertizo más rápido del mundo, homologado para salir a carretera. Como lo lees. Lleva el motor 2.8 V6 del Passat, que sí había sobrevivido. Pero sus 200 CV no movían lo suficiente las 2,5 toneladas de la caseta, por lo que una botella de óxido nitroso arregló el problema. De hecho, ha establecido un récord oficial (evidentemente, como el cobertizo más rápido del mundo. Lo que da pie a preguntarse si hay otros no tan veloces) a 155,7 km/h. Y quiere superar los 160 km/h.

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Mientras tanto, nuestro protagonista recorre Reino Unido recaudando fondos con fines humanitarios y recibiendo miradas tanto de asombro como de ‘qué c**o es eso’. Suponemos que, además, puede vivir en su vehículo. Personalmente, sigo quedándome con una Volkswagen California.